Según
el funcionario del ente estatal, del total de los 7.367.022 habitantes
con que cuenta Honduras, únicamente 2.695.847, que representan
el 37 por ciento de la población, son los que trabajan.
“Del ingreso de cada persona ocupada dependen casi 3 personas,
cuyos bajos ingresos hunden bajo la línea de pobreza a todos
ellos, al único que provee y a los tres dependientes”,
manifestó,
Agregó que, aún cuando en la población en edad
de trabajar, se da una relación casi igualitaria del 1 al
1 entre el hombre y la mujer, la tasa de participación es
solamente del 30 por ciento para la mujer en comparación
al 70 por ciento de la del hombre, lo que revela el grado de inequidad
que existe en el país.
Custodio es del criterio que los bajos ingresos asociados a empleos
temporales y de baja productividad son el principal problema del
mercado laboral, situación que afecta a unas 672.000 personas,
de forma que la tasa de subempleo invisible a nivel nacional es
del 29,6 por ciento.
En su análisis sobre la situación económica
que enfrenta el país, Custodio, consideró que la mayor
fuente de ingreso -después del trabajo asalariado que constituye
el 47,2 por ciento, y el trabajo por cuenta propia (31,1 por ciento),
es la remesa del exterior, con un 10,4 por ciento, que es la que
realmente sostiene al país.
El funcionario consideró que “aún cuando en
los últimos años ha mejorado el crecimiento económico
de Honduras, todavía no hemos hecho lo suficiente para reducir
realmente la pobreza y, sobre todo, lograr la justa distribución
de la riqueza nacional con el debido énfasis en suficientes
estrategias pro pobres”.
“Digamos que todavía falta hacer lo necesario para
que los pobres sientan que pensamos en ellos y que trabajamos para
ellos”, manifestó.
Custodio hizo un llamado para que se promueva la cultura del pago
de los impuestos por todos y la de penalizar al máximo la
evasión y la defraudación fiscal, de manera que algún
día se cambie el injusto sistema tributario actual, cuyo
cambio permitirá, entre otras cosas, acabar con el parasitismo
del Estado sobre el consumo de los combustibles.
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