Tegucigalpa
- A pesar de los centenares de millones de lempiras que el gobierno
ha destinado en subsidios, estudios y fracasadas licitaciones,
el precio de los combustibles ha tenido una gran alza en los primeros
15 meses de la actual administración, sin que se avizore
a corto y largo plazo una estrategia energética de Honduras.
El presidente Manuel Zelaya y su gobierno siguen entrampados en
el tema de los carburantes, pese a todos los intentos de escapar
del mismo y presentarse ante el pueblo como los salvadores de
un tema que representa una amarga espina clavada en la economía
nacional.
A pesar que en su campaña electoral prometió tener
una "fórmula" secreta para solucionar las alzas
constantes en los combustibles, que golpeó a la administración
del ex presidente Ricardo Maduro, hoy “Mel” es un
hombre que no ofrece una explicación convincente de las
alzas y se contenta con explicar que gracias al proceso de licitación
y a una revisión se pagan cuatro lempiras menos por los
combustibles, aunque todo el mundo conoce perfectamente que la
licitación fracasó.
Y lo peor para "Mel" y su improvisado equipo en materia
de energía, que dejó por fuera los especialistas
del gobierno en materia energética y forjó uno nuevo
basado en el ministro de la Presidencia, Yani Rosenthal; el ministro
asesor jurídico Enrique Flores Lanza; el asesor gringo
Robert Meyering y el dúo femenino de la Coalición
Patriótica, Julliette Handal y Sarahí Silva, es
que los números los están dejando en evidencia.
La evidencia es que cuando asumió el mando el 27 de enero
del 2006, heredó de la administración Maduro un
precio de la gasolina superior más bajo que el actual y
en los otros productos los valores son casi similares, a pesar
que el precio del barril de petróleo era mayor en seis
dólares el año pasado en relación al actual.
Al cierre del gobierno de Maduro el precio del barril en los mercados
de Nueva York cerraron a 67.76 dólares y la estructura
interna de precios indicaba que la gasolina súper costaba
63.56 lempiras el galón, contra los actuales 67.32 lempiras
que ordenó el gobierno se pague a partir del pasado martes
10 d abril, sólo que el precio del barril de petróleo
se adquiere a 61.51 dólares.
La
diferencia en la materia prima es de 6.25 dólares, igualmente
existen diferencias en el valor de la gasolina negociada en los
mercados internacionales.

Manuel Zelaya |
Varios
especialistas consultados en la materia señalan que
la administración de "Mel" Zelaya ha demostrado
una improvisación severa en el manejo de los combustibles,
ya que apostó a fondo en casi todo el primer año
de su gestión y ahora argumenta que estaban equivocados,
ya que en la fracasada licitación no recibieron ofertas
de rebajas reales de parte de las compañías
oferentes.
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“El colchón”
Lo criticable, según los especialistas, es que el gobierno
desvió millones de lempiras para mantener los precios artificialmente
bajos por la vía de subsidios. Se estima que más
de 600 millones de lempiras se destinaron el 2006 para el subsidio
a los carburantes.
Pero lo peor es que en el presente año se pretende insistir
en el fracasado esquema, ya que el ministro de la Presidencia,
Yani Rosenthal, anunció el lunes que pedirán al
Congreso Nacional la autorización para destinar otros 500
millones de lempiras para el subsidio de combustibles el 2007.
Todo con la finalidad de evitar que las alzas superen los 75 lempiras,
que sería el precio estimado en estos momentos.
Con el último aumento a los carburantes, la administración
actual selló su ya conocida evidencia que no es capaz de
articular una política energética y que sólo
contaban con la llamada licitación como único mecanismo
para reducir los precios de las gasolinas.
Asimismo, la ruptura del gobierno del presidente Zelaya con sus
antiguos aliados, Coalición Patriótica, taxistas
y demás rubro del transporte es firme y sólo falta
conocer cuando comenzarán a movilizarse los transportistas.