Tegucigalpa - El Parlamento de Honduras no rebajará
las penas de cárcel aplicables a los pandilleros por el
hecho de serlo, como propuso un grupo de
trabajo de las Naciones Unidas, dijo hoy el presidente del
Legislativo, Roberto Micheletti.
"No
vamos a hacer reformas que vengan a ablandar lo que se ha estado
haciendo hasta el momento", declaró Micheletti a periodistas
que le preguntaron sobre la recomendación del Grupo de
Trabajo de las Naciones Unidas contra la Detención Arbitraria.
Micheletti
enfatizó que en el Congreso Nacional "podemos revisar,
hablar, ver el tema, pero no vamos hacer reformas" porque
con la ley contra las pandillas o maras "se han logrado objetivos
positivos".
"Si
se abren espacios se podrían causar muchos daños
a la sociedad", insistió, y subrayó "la
responsabilidad que tienen el Congreso y el Gobierno para darle
seguridad a la población".
La
fiscal de Derechos Humanos del Ministerio Público de Honduras,
Sandra Ponce, anunció el miércoles la recomendación
del grupo de trabajo de las Naciones Unidas, emitida recientemente
en Ginebra después de que sus miembros visitaran Honduras
en 2006.
La
llamada "ley antimaras", aprobada en 2005, establece
un castigo de hasta 30 años para los jefes de pandillas
y 20 para los que solamente son miembros, en ambos casos por el
hecho de serlo, bajo el delito de asociación ilícita,
entre otras penas.
Ponce
explicó que el grupo de trabajo señaló "la
desproporción que existe en la pena asignada al delito
de asociación ilícita" en relación,
incluso, al de asesinato, por lo que "ha recomendado al Estado
que haga una revisión en cuanto a esta proporcionalidad".
La
fiscal dijo estar de acuerdo con que "sí debe haber
una revisión" de dichas penas, al igual que algunos
organismos de derechos humanos y juristas, aunque otros sectores
rechazan tajantemente la recomendación.
Ponce
argumentó que el delito de asociación ilícita
debe conllevar "una pena razonable" y que, si
un pandillero es condenado por asesinato, sí se le
castigue con una dura sanción, que en Honduras es
de 30 años de cárcel. |
 |
El
Parlamento hondureño aprobó las sanciones contra
pandilleros en 2005 a raíz de que perpetraron la matanza
a tiros de 28 personas en un autobús del transporte urbano
en Chamelecón, norte del país, el 23 de diciembre
de 2004.
Las
autoridades hondureñas atribuyen a las pandillas gran parte
de la violencia que azota al país y en ciertos casos las
vinculan al narcotráfico y otras formas del crimen organizado.
EFE