"Señores
del Fondo Monetario Internacional, señores del Banco Mundial:
chao con ustedes. Venezuela es libre (...) y gracias a Dios, ni
los venezolanos de hoy ni los niños por nacer tenemos ya
un solo centavo de deuda con esos organismos (...) dominados por
halcones estadounidenses", dijo Cabezas a la emisora estatal
VTV.
El ministro confirmó así
el anuncio que viernes pasado efectuó en ese sentido el presidente
venezolano, Hugo Chávez.
Cabezas detalló que el pago
anticipado de una deuda que vencía en el 2012 conlleva un
ahorro de 8 millones de dólares en intereses, y recordó
que cuando en 1998 Chávez ganó por primera vez unas
elecciones, el país ya tenía una deuda de 3.300 millones
de dólares con esos dos organismos multilaterales.
"Cerramos un ciclo histórico
de endeudamiento con el FMI y el BM que comenzó en 1989 el
ex presidente Carlos Andrés Pérez, al firmar un acuerdo
(...) causante del 'Caracazo'", dijo en alusión a la
revuelta popular de ese año en rechazo al alza de los precios
de las gasolinas exigido a cambio del préstamo, lo que dejó
centenares de caraqueños muertos y heridos tiroteados por
los militares.
Chávez repite intermitentemente
que esos hechos detonaron el fallido intento de golpe de Estado
que protagonizó contra Pérez en febrero de 1992.
"La receta 'fondomonetarista'
representó una experiencia nefasta que permanece en la memoria
de los venezolanos", quienes además "sufrieron
las consecuencia de la inflación (103 por ciento anual) y
la recesión económica", agregó Cabezas.
Tras la asunción de Chávez,
en febrero de 1999, "se tomó la decisión de no
volver a negociar ningún otro crédito leonino, manifestación
del capitalismo salvaje", agregó Cabezas.
El ministro remarcó que Venezuela
seguirá negociando créditos "de forma moderada"
con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con la Corporación
Andina de Fomento (CAF), "porque ofrecen financiamiento no
condicionado", pero que fundamentalmente concentrará
su empeño en el fortalecimiento del Banco del Sur.
"Ahora vamos a instalar las
instituciones que requieren nuestros pueblos para financiar sus
proyectos de desarrollo (...); no hay nada que temer, porque avanzamos
en el Banco del Sur, una entidad financiera profesional y técnicamente
apta para preservar nuestras riquezas y utilizar los recursos financieros
de la región en su propio desarrollo", subrayó.
Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela
impulsan esta nueva institución de crédito y hoy mismo
Brasil anunció que desea sumarse.
En la sede del FMI, en Washington,
el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, dijo que
Brasil quiere ser un miembro pleno del Banco del Sur y que próximamente
formalizará ese deseo.
Únicamente
"falta una declaración política en ese sentido",
dijo Mantega y remarcó que "Brasil ya ha decidido que
va a ser miembro" de esa instancia promovida por Chávez.
EFE |