19
de abril de 2007
Por
Dagoberto Rodríguez
Proceso Digital
Tegucigalpa
- En lo que va de su gestión, el gobierno del presidente
Manuel Zelaya “derrochó” los fondos de la Estrategia
de Reducción de la Pobreza (ERP) en cumplir las promesas
de su campaña electoral, según señala un informe
divulgado hoy por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional
para el Desarrollo (ASDI)
El extenso
informe establece que la ERP se ha quedado en simple
retórica del gobierno, ya que dos de cada tres lempiras de
los fondos de condonación estimados para el 2006 se destinaron
a “asuntos relacionados con las promesas de campaña
del presidente Zelaya, tales como el salario para aumentar la fuerza
policial, salarios a maestros, médicos y otros rubros relacionados”.
El documento fue elaborado por los consultores Niek de Jong y Kees
Biekart del Instituto de Estudios Sociales, Rafael del Cid, ESA
Consultores, y Geske Dijkstra de la Universidad Erasmus de Rótterdam
y se presentó en un momento en que las municipalidades del
país han venido cuestionando el proceso de asignación
y desembolsos de recursos de la ERP.
La investigación establece que se esperaba que el 2006 fuera
un año de implementación acelerada y notoria de la
ERP, dado que Honduras alcanzó el punto de culminación
de las negociaciones de la Iniciativa de Países Pobres Altamente
Endeudados (HIPC) apenas un año antes, pero la realidad fue
otra, ya que el grado de implementación de las políticas
de reducción de pobreza que propone la ERP fue muy bajo.
“Lo que pasó con la ERP en 2006 ha afectado la credibilidad
de la Estrategia como conjunto de políticas de Estado”,
puntualiza el informe en una de sus partes.

Manuel
Zelaya, presidente de Honduras. |
Además,
señala que pese a la ERP y al importante crecimiento
de las remesas de Estados Unidos, la pobreza en Honduras se
resiste a disminuir y, al mismo tiempo, la desigualdad se
ha incrementado y continúa siendo más alta en
el área rural que en la urbana, desde el inicio de
la citada estrategia.
Por otro lado, la ejecución de la ERP no ha mejorado
la distribución del ingreso de los hogares hondureños.
Un
aspecto que llama a la preocupación es el hecho que
el informe advierte que los pronósticos de la mitad
de los 22 indicadores ligados a las metas globales de la ERP
en 2005 muestran que al final de la gestión de Zelaya
no se alcanzarán las metas definidas para el 2015.
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“Las
tendencias en el comportamiento de los 22 indicadores ligados a
las metas globales de la ERP en 2005 muestran que 11 de ellos presentan
una brecha de incumplimiento entre lo planeado y lo observado. Los
casos más evidentes son la tasa de pobreza extrema (-7.4),
tasa de pobreza (-6.9), tasa de mortalidad de menores de 5 años
(-6.0) y número de áreas protegidas prioritarias con
planes de manejo (-6.0). Dichas brechas permiten inferir que existe
una baja probabilidad de alcanzar la meta planteada al 2015”,
apunta la investigación.
Los antecedentes
En abril de 2005, Honduras alcanzó el punto de culminación
bajo la Iniciativa (HIPC) y en mayo del 2005 el Club de París
otorgó una condonación de 1,061 millones de dólares
de la deuda externa pública. Eso permitió que el país
logrará, por primera vez desde 1997, reducir su deuda externa,
gracias a la reducción de pasivos públicos.
Honduras también logró una condonación de aproximadamente
1,300
millones de dólares de la deuda con el Banco Mundial y el
FMI, y
recientemente, dentro de la iniciativa MDRI alcanzó una condonación
de aproximadamente 1,400 millones de dólares de la deuda
con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Además de estos fondos, el país se ha beneficiado
con recursos de donación, ya que a diciembre del 2005, el
país recibió 147.51 millones de dólares en
concepto de donaciones y otros 4.41 millones se recibieron en el
primer trimestre del 2006 como cooperación no-reembolsable.
Oscuro rumbo de la economía
En lo que concierne al rumbo de la economía, el informe de
la cooperación sueca señala que existe preocupación
en la cooperación internacional y los organismos financieros
de crédito en el sentido que el gobierno del presidente Zelaya
continúe con su sesgo populista y eso eche por tierra lo
alcanzado en materia macroeconómica.
“Basados en el contenido de los mensajes de su campaña
es de esperar que la política económica del Presidente
Zelaya continúe enmarcada en el PRGF acordado con el FMI.
No
obstante, a pesar de las predicciones optimistas oficiales
respecto al déficit fiscal, fuentes internas, así
como el FMI y el BM expresaron temor de que el déficit
se dispare por encima de lo acordado debido al sesgo populista
que el nuevo Presidente mostró en los inicios de su
gestión”, apunta. |
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Añade
el informe que después de las conflictivas negociaciones
con el gremio magisterial, el presupuesto público se ha elevado
a 43,500 millones de lempiras, aproximadamente 2,200 millones de
dólares en el 2006.
Por otro lado, las remuneraciones a la administración pública
representarán 10% del PIB en el 2007, de los que 7,200 millones
se negociaron con los maestros.
Asimismo, se mencionan varias amenazas al nivel aceptable de crecimiento
económico previsto, principalmente aquellas relacionadas
al incremento de los precios del petróleo y sus derivados.
En conclusión el documento establece que en el práctica
el resultado ha sido un bajo grado de implementación de las
políticas incorporadas en la ERP y un motivo de esto ha sido
el deseo de la Administración Zelaya de cumplir con las promesas
de campaña, el grueso de las cuales han sido financiadas
con los fondos para reducir la pobreza.
Otro motivo ha sido el debate acerca de la canalización de
fondos hacia las Alcaldías. De igual manera, se ha dedicado
bastante tiempo a debatir el Proyecto de Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública – otra promesa
de la campaña.
Al final, se aprobó dicha Ley, pero en una versión
que es mucho menos incluyente de lo previsto en el Dictamen que
fuera concensuado entre el Gobierno y la sociedad civil en la primera
mitad de 2006. Este hecho ha afectado el proceso de mejorar la transparencia
y rendición de cuentas.
“De esta manera, el gobierno se muestra con poca voluntad
y, sobre todo, con menor coherencia para reducir la pobreza. Bajo
estas condiciones, que van más allá de las formalidades
de contar con un programa con el FMI o con una ERP, las agencias
de la cooperación internacional que están a favor
de brindar apoyo presupuestario deberían postergar su decisión”,
advierte.
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En
un apartado final, el informe recomienda concluir el proceso
de revisión de la ERP, lograr coherencia entre objetivos
programáticos y asignación presupuestaria, reconsiderar
los criterios y procedimientos para que las municipalidades
reciban las
transferencias de los fondos ERP. |
También se sugiere revisar la Ley de Transparencia y Acceso
a la Información Pública. Tal como fue aprobada en
noviembre del 2006 para que sea más incluyente y estricta
en la definición de procedimientos y aplicación de
sanciones.
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