Mejora
semana a semana el Real Madrid. Del pobre nivel ofrecido en el
invierno, a lo que se ve ahora en el Bernabéu va un abismo.
A Capello le ha salido bien el invento de dar miedo al rival con
Raúl González y el holandés Ruud van Nistelrooy
arriba. Mientras, los jóvenes -el argentino Gonzalo Higuaín
y el brasileño Robinho-, a correr en la banda, a exprimirse
que para eso son nuevos y juveniles. No le va mal al técnico
italiano Fabio Capello con el cambio.
El
Valencia fue un rival incómodo. Tener a David Albelda y
Raúl Albiol enfrente nunca es agradable a la hora de crear
para Fernando Gago. Pero el argentino salió más
o menos airoso. Buscó siempre el pase interior, a Van Nistelrooy
y a Raúl, buscando el fallo del también argentino
Fabián Ayala o del italiano Emiliano Moretti.
El
Madrid jugó los veinte minutos iniciales con un ritmo intenso.
A uno o dos toques como máximo. Sorprendiendo, dejando
de ser previsible. Y así llegó el 1-0, en una acción
colectiva, jugando de primeras, sin bicicletas, sin amagues, con
vértigo, y con la aparición estelar de Miguel Torres
desde la izquierda, quien con un pase al segundo palo, facilitó
a Van Nistelrooy una hermosa volea que enganchó y que cruzó
a Santiago Cañizares. Un soberbio gol, en suma, que hizo
despertar al Valencia.
Tiene
mérito Torres. Estuvo notable. Se le ve con la ilusión
de Camacho, cuando en los años 70 debutó con el
Madrid en el lateral izquierdo. Uno llevaba el 3 y otro el 38.
Torres no es zurdo nato, es ambidiestro, y dio la cara. Aunque
hoy vivió la cara y la cruz. Excepcional estuvo en el pase
a Van Nistelrooy y menos fino en el minuto 51 cuando Joaquín
le hizo un autopase previo al gol de Fernando Morientes.
En
esa jugada, Torres pidió ayuda a Robinho en el repliegue,
pero Joaquín Sánchez anduvo más listo y se
fue por la banda, desde donde mandó un pase magnífico
a Morientes. Un 1-1 que zarandeó al Madrid durante un rato.
El gol de Morientes dejó el partido en el aire hasta que
Capello movió el banquillo.
El
motor del Valencia sin duda, fue David Silva, que tiró
del equipo. Desde la izquierda, trazó diagonales y con
el balón pegado al pie creó muchos problemas. Silva,
o se va, o termina en el suelo. Es difícil que alguien
le robe el balón. Es lo más parecido al argentino
Leo Messi que hay en España. El Valencia echó de
menos a David Villa. Morientes, que volvía el Bernabéu,
donde aún es muy querido en la grada, ya había avisado
en el primer tiempo a Iker Casillas con un disparo seco.
Capello
buscó rápido la reacción. Clavó los
cambios. Dio descanso a Gago y a Higuaín. Salieron José
María Guti y Beckham. Y la receta dio resultados. El Madrid
sacó petróleo de una acción a balón
parado. Un 'plátano' de Beckham desde la derecha dio medio
gol a Sergio Ramos, que de cabeza y con todo el alma, entró
con el balón dentro del portal de Cañizares.
Tampoco
faltó esta noche la mano de lujo de Iker. A los 81 sacó
un balón de gol a Del Horno. Iker siempre suma. El Valencia
jugó a la contra, con arreones, pero sin la autoridad de
otras visitas al Bernabéu. El Madrid fue despedido con
una ovación que no se veía desde que ganó
en la primera vuelta al FC Barcelona.
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Ficha técnica:
.2.
Real Madrid: Iker Casillas; Salgado, Sergio Ramos, Cannavaro,
Miguel Torres; Higuaín (Beckham, min.64), Diarra, Gago
(Guti, min.62), Robinho (Reyes, min.85); Raúl y Van Nistelrooy.
.1.
Valencia: Cañizares; Miguel, Ayala, Moretti, Del
Horno (Hugo Viana, min. 82); Joaquín (Jorge López,
min.67), Albiol, Albelda, Silva; Villa y Morientes.
Goles:
1-0. Min. 18. Van Nistelrooy empalma de volea un servicio
de Miguel Torres. 1-1 Min. 51. Morientes culmina una gran acción
individual de Joaquín. 2-1. Min. 74. Sergio Ramos, de cabeza,
tras una falta de Beckham.
Arbitro:
Pérez Lasa. Mostró cartulina amarilla a Gago (32'),
Guti (66'), del Real Madrid y a Ayala (35'), Albelda (51'), del
Valencia
Incidencias:
75.000 espectadores llenaron el estadio Santiago Bernabéu.
Raúl jugó su partido número 600 con el Real
Madrid. EFE