Las mismas fuentes informaron de que la marcha iniciará
en las inmediaciones del Estadio Nacional y concluirá en
los bajos de la sede principal del Parlamento hondureño,
en el centro de Tegucigalpa.
Los organizadores están pidiendo a los protestantes que
vistan camisas blancas.
Según los mismos informes, en la marcha participarán
dirigentes y activistas del Partido Nacional, primera fuerza de
oposición política, de todo el país.
Según analistas, los altos índices de violencia
y delincuencia son los principales problemas que enfrenta la administración
de Zelaya, quien asumió el poder el 27 de enero de 2006,
tras una extensa campaña electoral en la cual ofreció
mejorar los índices de inseguridad en el país.
Distintos sectores coinciden en señalar que el gobernante
ha incumplido esta promesa, y que en vez de mejorar, los índices
de violencia y delincuencia se han incrementado durante su administración.
Según un estudio del Observatorio de la Violencia , un
proyecto impulsado por la Universidad Nacional Autónoma
de Honduras (UNAH) y el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), las muertes violentas se incrementaron en un
14,1 por ciento solo en el primer trimestre de 2006.
La misma fuente señaló que durante 2006 se registró
la muerte por distintas causas violentas de 4.736 personas, correspondiendo
a una tasa de 72,5 personas por cada 100.000 habitantes.
La presidenta del Partido Liberal, Patricia Rodas, dijo esta semana
a los periodistas que la anunciada actividad de sus tradicionales
opositores es una actividad política y no a favor de los
intereses del pueblo.
“Para poder marchar a favor de los intereses del pueblo
hondureño primero tienen que cumplir dos requisitos; el
primero rendir cuentas de lo que no hicieron y de sus propios
desafueros gubernamentales y el segundo es pedirle perdón
a la sociedad hondureña por sus malos actos”, declaró
Rodas.