Ministro de Seguridad
llama al diálogo

 
  • Momentos después policías y taxistas se enfrentan a golpes a inmediaciones de Casa Presidencial

27 de abril de 2007

Tegucigalpa – El Gobierno hondureño llamó hoy al gremio de taxistas a deponer sus actos de fuerza y ha desalojar por completo las vías ocupadas” desde tempranas horas, en demanda de la reducción de los precios de los combustibles.

El llamado lo hizo en una cadena nacional de radio y televisión el ministro de Seguridad, Álvaro Romero, quien pidió a los dirigentes de los protestantes “priorizar la vía del diálogo, al que el Gobierno siempre ha estado anuente”.

Advirtió que “si en un plazo prudencial esa disposición no es acatada los efectivos de nuestra Policía Nacional y el Ejército procederán a ejecutar el desalojo pacífico de los protestantes”.

La advertencia se hizo después de que las autoridades desalojaron de manera violenta a los manifestantes en diversos sectores de la ciudad y después de que los dirigentes de la protesta esperaron que los funcionarios del Gobierno les recibieran para iniciar el anunciado diálogo.

Inmediatamente después de la comparecencia pública de Romero, los policías iniciaron el desalojo violento a inmediaciones de la Casa Presidencial , para lo que utilizaron gases lacrimógenos y golpes.

Según datos de los taxistas, unos seis taxistas fueron detenidos y otros 10 resultaron golpeados en los diferentes desalojos.

Entre los heridos se cuenta un periodista de un canal local de la televisión, a quien intentaron obstruir su labor informativa.

La huelga la protagoniza la Asociación de Taxistas, informó su presidente, Roberto Paguada, quien dijo que en la capital operan unos 7.300 taxis, de los que no todos participan en la protesta, sólo los del servicio colectivo hacia zonas residenciales.

Otro dirigente, Pompilio Zerón, indicó a periodistas que el presidente hondureño, Manuel Zelaya, ha enviado varios emisarios para pedirles que cesen sus protestas, "pero ninguno trae la orden de que él nos va a recibir para resolver el problema".

Paradójicamente, Zelaya hoy sufre lo que apoyó en 2005, pues como candidato presidencial del Partido Liberal respaldó un paro similar de taxistas contra una fuerte alza a los combustibles impuesta por el Gobierno que presidía Ricardo Maduro, del Partido Nacional.

El domingo pasado el Gobierno aplicó un incremento de precios a los combustibles, de entre dos y siete centavos de dólar, que fijó la gasolina superior en unos 3,61 dólares, mientras que la regular llegó a 3,41 y el diesel a 2,83 dólares.

Los taxistas alegan que, además del alto coste de los combustibles, se han disparado los precios de los repuestos para sus unidades, la canasta básica y todos los productos y servicios.

Mientras los taxistas colapsaban la ciudad, se agravaba el conflicto en el sector salud por las demandas de que médicos hondureños graduados en Cuba realicen un año de internado rotatorio y otro de servicio social, como establecen las leyes hondureñas.