Cientos
de espectadores aplaudieron después del lanzamiento del cohete,
en el que viajaban también una porción de las cenizas
del astronauta Gordon Cooper, que visitó por primera vez
el espacio en 1963. Cooper murió en el 2004 a los 77 años.
La
encargada de organizar el vuelo fue Space Services, una compañía
con sede en Houston, Texas, que cobra 495 dólares por enviar
parte de las cenizas de una persona al espacio suborbital.
La
firma tenía previsto lanzar las cenizas de Doohan hace dos
años, pero el proyecto se vio aplazado debido a problemas
técnicos.
El
vuelo suborbital se prolongó por espacio de unos 15 minutos,
durante los cuales el cohete se separó en dos partes, que
regresaron a la tierra en paracaídas. La máxima altitud
alcanzada fue de unos 115 kilómetros.
Los
funerales siderales forman parte de una creciente gama de negocios
espaciales, que incluyen desde el lanzamiento de objetos personales
más allá de la órbita terrestre que luego se
devuelven a sus titulares con certificado galáctico, hasta
los planes para crear hoteles en el espacio. EFE |