30
de abril de 2007
Tegucigalpa
- La vigilancia militar en las entradas de Tegucigalpa, ante la
posibilidad de nuevas protestas de taxistas que el viernes paralizaron
la ciudad, se mantiene aunque el presidente Manuel Zelaya ordenó
el domingo suspenderla.
Los
contingentes militares y tanquetas continúan en las entradas
norte, sur y este de la capital hondureña porque la orden
de Zelaya no se ha dado oficialmente, sólo se ha divulgado
por la prensa, dijeron hoy a Acan-Efe fuentes castrenses.
El
gobernante hondureño aseguró el domingo por la noche,
en declaraciones a la prensa, que se retiraría la vigilancia
para facilitar las celebraciones, mañana, del Día
del Trabajo.
Zelaya
dijo que "desde horas tempranas" de hoy se produciría
"el retiro de todas las fuerzas militares, y quedarán
solamente las fuerzas de seguridad policíaca para mantener
el orden en la ciudad, con el fin de que se desarrollen los actos,
las marchas y las manifestaciones" obreras.
El
jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general
Romeo Vázquez, aseguró a medios locales que se cumpliría
la decisión del presidente.
El
mandatario ordenó el despliegue militar el sábado
después de que los taxistas amenazaron con volver a bloquear
vías estratégicas y las entradas de la capital hondureña
para que el Gobierno abarate los combustibles o les autorice alza
de tarifas.
Sin
embargo, dirigentes del gremio descartaron hoy nuevas medidas
de presión y dijeron que esperarán reunirse con
Zelaya, posiblemente el próximo miércoles, para
plantearle sus demandas junto a directivos del Consejo Nacional
del Transporte.
El
presidente reiteró hoy que los transportistas están
invitados para una reunión con él el próximo
miércoles.
Los
taxistas paralizaron Tegucigalpa el viernes, pero la Policía
y militares los desalojaron violentamente de los sectores donde
bloqueaban el tráfico. EFE