"Hoy
anuncio que soy candidato a ser el líder del Partido Laborista
y dirigir un nuevo Gobierno", dijo Brown al lanzar su campaña
en el centro de Londres.
El aspirante ofreció "nuevas ideas,
visión y experiencia" para ganarse la confianza de
los británicos y subrayó que convertirse en primer
ministro sería su "mayor honor".
El titular de Economía, de 56 años,
hizo pública su intención poco después de
que el propio Blair le diera, por primera vez, su apoyo explícito
para reemplazarlo al frente del Gobierno.
"Estoy encantado de dar mi apoyo total a
Gordon como el próximo líder del Partido Laborista
y primer ministro", señaló el aún jefe
del Laborismo, en una declaración en su residencia de Downing
Street.
El ministro también tuvo palabras de elogio
para el jefe del Ejecutivo, de quien dijo que "ha dirigido
el país durante diez años con distinción,
coraje, pasión y perspicacia".
Brown explicó que quiere "un Reino
Unido de justicia y oportunidades para todos los ciudadanos británicos".
Sobre política exterior, el candidato adelantó
que un Gobierno bajo su mando será "pro-europeo",
aunque será también "un Gobierno que negocie
con otros gobiernos".
Además, el titular de Economía reconoció
abiertamente que se cometieron "errores" en Irak, frente
a la postura de Blair de insistir en que hizo "lo correcto"
al apoyar la invasión.
Blair ya anunció este jueves que el próximo
27 de junio presentará su dimisión a la reina Isabel
II.
Con el anuncio de la renuncia empezó la
carrera para nombrar al nuevo líder laborista y primer
ministro, en un proceso que durará unas siete semanas.
Brown parte como el gran favorito para reemplazar
al jefe del Gobierno.
Los dos únicos aspirantes que han osado
a retar al ministro de Economía, dos diputados del ala
izquierda del Laborismo, aplazaron ayer, hasta el próximo
lunes, la decisión definitiva sobre quién de ellos
concurrirá a las elecciones internas del partido.
Michael Meacher, de 67 años y ex secretario
de Estado en los Gobiernos de Blair, y John McDonnell, de 55,
no fueron capaces de decidir cuál de ellos desafiará
a Blair, ya que sus niveles de apoyo son "muy ajustados",
explicó un portavoz del segundo.
Ese aplazamiento desencadenó rumores sobre
la capacidad de los dos candidatos para reunir las 45 firmas necesarias
para entrar en liza.
Si finalmente esos parlamentarios no obtienen
los apoyos requeridos, Brown podría ser el único
aspirante al "trono" laborista y, en esas circunstancias,
sería proclamado nuevo líder sin necesidad de una
votación.
La Ejecutiva Nacional Laborista se reunirá
este domingo a fin de decidir el calendario para la elección
del nuevo jefe del partido. EFE