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Agregó que a los estudiantes y residentes que no han trabajado no se les pagará, ni se les extenderá la constancia que garantiza que ya se han graduado, "mientras no cumplan con los días que han faltado". El paro se debe a que los médicos hondureños exigen que sus colegas que han regresado graduados de Cuba, mediante un programa de becas, realicen un internado rotatorio, que consiste en una práctica profesional de un año, antes de poder ejercer como profesionales de la medicina en Honduras. Esa exigencia, según los galenos, la han cumplido todos los que se han graduado en el exterior, por lo que los que vienen de Cuba "no pueden ser la excepción". El conflicto ha repercutido en la población hondureña que a diario acude a los hospitales públicos. Según fuentes médicas del Hospital Escuela, el más importante del país, que opera en Tegucigalpa, sólo en este nosocomio se han reprogramado más de 3.000 consultas externas y cerca de 150 cirugías. Los médicos graduados en Cuba alegan que no pueden cumplir con las exigencias de sus colegas compatriotas, porque vienen con suficiente preparación de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM). Alegan los profesionales hondureños que sus colegas formados en la ELAM no traen la suficiente preparación para hacer frente a la situación sanitaria de Honduras, porque difiere mucho del sistema cubano. La semana pasada, el Consejo de Educación Superior ratificó un reciente acuerdo mediante el cual se exime a los graduados en Cuba del internado rotatorio. Además, la resolución le reconoce el título de médicos a los graduados en la ELAM. Según otras fuentes oficiales, el problema tiene sus raíces desde que se suscribió el acuerdo con Cuba, en 1989, para que jóvenes hondureños fueran a estudiar becados a la ELAM. El acuerdo fue suscrito a nivel de cancilleres, ignorando entonces algunas observaciones y recomendaciones del Colegio Médico de Honduras. EFE |
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