La reforma
hará que "nuestros compatriotas centroamericanos y mexicanos
que están al otro lado de la frontera del río Grande
puedan tener una estabilidad en su vida, en su trabajo y, especialmente,
en el respeto de sus derechos humanos", dijo Zelaya.
"Esta
es una solución importante para nuestros compatriotas que
están en Estados Unidos", subrayó el gobernante
hondureño en una rueda de prensa.
Enfatizó
que "estamos realmente abogando" por la aprobación
de la reforma, cuyo debate inicia hoy el Senado estadounidense
en medio de las críticas de algunos sectores políticos.
El
plan de reforma migratoria fue consensuado el jueves pasado por
un grupo de senadores republicanos y demócratas, pero deberá
aprobarse por ambas cámaras del Congreso para convertirse
en ley.
La
iniciativa busca, entre otras cosas, garantizar estatus legal
a millones de indocumentados, reforzar la seguridad fronteriza
y crear un programa para trabajadores temporales.
Alrededor
de un millón de hondureños viven legal e ilegalmente
en Estados Unidos, según fuentes oficiales.
De
los indocumentados, unos 78.000 están bajo el Estatuto
de Protección Temporal (TPS, siglas en inglés),
que les permite trabajar y que ha sido prorrogado por 18 meses
a partir del 5 de julio próximo. EFE