En el
capítulo final del encuentro, los 34 cancilleres de la región
subrayaron su compromiso con la gobernabilidad democrática
de la región y anunciaron esfuerzos para concretar su desarrollo
económico a través de la energía.
En
la "Declaración de Panamá", aprobada por
aclamación, también reconocieron "la importancia
fundamental" de disponer de recursos energéticos para
la promoción de su desarrollo económico y social,
de forma ambientalmente sostenible".
El
documento de 26 puntos indicó la necesidad de obtener y
utilizar todas las formas de energía, "procurando
su asequibilidad para las poblaciones más vulnerables,
de manera consistente con una sensibilidad social y ambiental".
La
declaración agregó que para ello son elementos esenciales
"la gobernabilidad democrática, las instituciones
democráticas sólidas, el estado de derecho y el
respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales".
Antes
de eso, en el día final, la Asamblea escuchó las
reivindicaciones soberanas de Argentina sobre las islas Malvinas,
las aspiraciones bolivianas por recuperar su salida al mar y expresó
su apoyo al proceso de paz en Colombia.
También
tomó nota de la situación de los derechos humanos
en la región emitido por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), un organismo de la OEA y eligió
nuevas autoridades para sus diversos organismos.
En
la jornada anterior, la mayoría de los cancilleres, uno
tras otro, reiteraron su respaldo a los sistemas democráticos
y el respeto de los derechos y, con algunos matices, su apoyo
a la libertad de expresión.
El
trámite calmo de las últimas horas contrastó
con el cruce airado protagonizado el lunes por el canciller de
Venezuela, Nicolás Maduro y la secretaria de Estado de
EEUU, Condoleezza Rice, en relación con el caso de la televisora
RCTV.
Maduro
abrió los fuegos al acusar a EEUU de encabezar un plan
de "desestabilización" contra el presidente Hugo
Chávez y de "intervencionismo inaceptable" por
proponer a la asamblea el envío de una misión a
Caracas para investigar el caso de RCTV.
"Existe
un nuevo plan de desestabilización contra Venezuela y detrás
está Estados Unidos", dijo Maduro al referirse a la
solicitud de Rice.
"Nuestro
pueblo lo enfrentará nacional e internacionalmente. Con
la experiencia acumulada lograremos derrotarlo y nuestra democracia
saldrá fortalecida", añadió sobre el
supuesto plan desestabilizador.
Según
Rice, la misión de la OEA a Venezuela debería ser
encabezada por el secretario general de la organización,
José Miguel Insulza.
Las
autoridades venezolanas decidieron no renovar la licencia de transmisión
de Radio Caracas Televisión (RCTV), medio crítico
del gobierno, que salió del aire a la medianoche del pasado
27 de mayo.
Rice
indicó que la medida ha provocado muchas protestas y afirmó
que "estar en desacuerdo con el Gobierno no debe ser un delito
en ninguna democracia".
Pero
el ministro venezolano reaccionó desafiante ante la propuesta
y apuntó que Rice había "violentado" la
agenda de la reunión al proponer la inclusión del
caso RCTV en las discusiones.
Agregó
que el cuestionamiento era un atentado contra la soberanía
venezolana.
"Tenemos
más libertad de expresión que muchos países
que tratan de enarbolar la bandera" de esa libertad, afirmó
Maduro.
A
sus palabras, siguió una airada reacción de Rice,
quien dijo que "la democracia y los derechos humanos siempre
deben estar en debate".
Tras
su contestación a Maduro, Rice se levantó y puso
fin a su efímera participación en el encuentro continental,
abandonando el plenario.
La
Asamblea terminó con la revisión de casi 80 resoluciones
y la elección de los representantes en los organismos de
la OEA con cargos pendientes. EFE