06 de junio de 2007

Tegucigalpa - El arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Andrés Rodríguez, dijo hoy que "disminuir la corrupción en Honduras es una tarea impostergable, un verdadero imperativo categórico, una convicción y responsabilidad".

El religioso se refirió al flagelo de la corrupción durante la presentación del "Informe Nacional de Transparencia hacia un sistema nacional de integridad", por parte del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).

El informe señala que los costos de la corrupción para los hondureños son "excesivamente cuantiosos".

"A más corrupción los hogares hondureños son cada vez más pobres, se afecta la potencialidad del crecimiento socioeconómico y la redistribución del ingreso de manera equitativa", expresó Rodríguez.

En su opinión, "Honduras no puede seguir manteniendo estos altos niveles de corrupción".

Diversos sectores sociales de Honduras, entre ellos la iglesia católica, han insistido desde hace muchos años, en que la corrupción es uno de los flagelos más graves del país y que las autoridades no hacen lo suficiente para combatirlo, a pesar de los múltiples organismos contralores que existen.

El coordinador del CNA, Juan Ferrera, dijo en la presentación del informe que el hecho de que "la corrupción sea hoy en día uno de nuestros mayores problemas, significa que el país no cuenta con una solidez moral que la contrarreste, ya sea para evitar los actos en que se consuma, como para denunciarlos".

"No es posible combatir la corrupción sin que los ciudadanos y ciudadanas busquemos la integridad moral y demandemos el fortalecimiento del Estado de Derecho y la independencia del poder judicial para verdaderamente prevenir este mal y castigar a los que han impedido avanzar en nuestro desarrollo", acotó Ferrera.

A la presentación del informe asistieron funcionarios del Gobierno que preside Manuel Zelaya, representantes de la sociedad civil y cuerpo diplomático, entre otros invitados.

Ferrera recalcó que "no es posible que nos acerquemos al bicentenario de nuestra independencia (15 de septiembre de 1821) con la imagen de una nación corrupta, sin llegar a ser una república realmente libre, inclusiva, próspera e íntegra".

La corrupción, en opinión del coordinador del CNA, está afectando la gobernabilidad y la posibilidad de alcanzar un mejor nivel de desarrollo humano.

Ferrera advirtió que "Honduras se aproxima a una grave crisis en el futuro inmediato dados los altos niveles de corrupción y la alta percepción que la ciudadanía tiene sobre ella, ya que debilitan cada vez más la democracia y la confianza en las instituciones y las personas que constituyen las bases del capital social del país".

El CNA fue creado por iniciativa del ex presidente Carlos Flores (1998-2002) con el objetivo de apoyar al Gobierno y la sociedad civil e impulsar los procesos de transparencia y auditoría social, como mecanismo de prevención, control y combate de la corrupción.