La
decisión llegó hoy entre lágrimas, gritos,
órdenes y contraórdenes en una saga supuestamente
legal pero seguida atentamente por los "papparazzi"
y la prensa del corazón.
A
Hilton pertenecen los gritos y las lágrimas derramadas
cuando escuchó al juez Michael T. Sauer repetir la orden
dada en mayo de que la protagonista de "The Simple Life"
cumpla condena en prisión.
Mucho
más llevada por la emoción que la primera vez que
escuchó su condena, Hilton, de 26 años, gritó
"¡mamá, mamá! ¡No hay derecho!"
al escuchar esta decisión.
Su
vuelta a prisión llega tras pasar una noche en su mansión
de estilo mediterráneo en Los Ángeles donde el "sheriff"
del condado, Lee Baca, decidió que podía trasladarse
para continuar su condena en arresto domiciliario con una tobillera
electrónica que controlara sus movimientos.
Baca
tomó esta decisión la madrugada del jueves tras
consultar con médicos y abogados sobre una dolencia médica
de la joven sin determinar y que, según los medios de comunicación,
se trata de una crisis nerviosa.
Sin
embargo, el fiscal Rocky Delgadillo presentó anoche una
petición para determinar si el sheriff del condado de Los
Ángeles actuó en desacato "al poner en libertad
a la señorita Hilton" y exigió que se la mantenga
bajo custodia, dijo una fuente judicial.
Mientras
estos asuntos de competencia y desacato se aclaran, la que tuvo
que comparecer ante Sauer para explicar su dolencia médica
fue Hilton y la decisión fue devolverla a la cárcel.
Su
regreso al centro penitenciario de mujeres Century Regional, a
unos 20 kilómetros del corazón de Los Ángeles,
incluye nuevas dudas, dado que la orden de Sauer tan sólo
especifica por "el resto de su condena" sin determinar
los días que le quedan por cumplir.
Según
la sentencia inicial, Hilton fue condenada a 45 días de
prisión por violar los términos de la libertad provisional
impuesta tras conducir bajo los efectos del alcohol el pasado
septiembre.
Entre
los términos de su libertad provisional estaba la suspensión
de su licencia de conducir, un detalle al que Hilton hizo durante
meses oídos sordos a pesar de recibir el alto en tres ocasiones
y que finalmente la llevó ante Sauer, quien decidió
su condena a 45 días de prisión.
Baca
redujo esta sentencia posteriormente a 23 días por buen
comportamiento, de los cuales el jueves dio cinco por cumplidos
tras su ingreso en el centro penitenciario el domingo.
Pero
una vez en arresto domiciliario, Baca decidió que allí
cumpliría la condena inicial de 45 días, descontados
los ya servidos
Por
el momento no existe una confirmación oficial sobre el
número de días que le quedan a Hilton por delante
en la cárcel de mujeres donde volverá a la unidad
de cuidados especiales dedicada a este tipo de reclusas con notoriedad
pública.
Lo
que sí queda más que claro en esta nueva saga en
la vida de Paris Hilton es el interés demostrado por la
prensa del corazón, dispuesta a hacer de la heredera la
víctima o la culpable de todas esas idas y venidas.
El
circo informativo que rodeó tanto su entrada en prisión
como su salida o su presencia hoy en los tribunales alcanzó
proporciones similares a otros escándalos legales vividos
en California como el juicio contra O.J.Simpson o contra Michael
Jackson.
Las
cámaras intentaron seguir cada segundo en la breve vida
de Hilton fuera de prisión y el precio de sus posibles
fotos entre rejas se cotizan supuestamente a medio millón
de dólares.
Incluso
así, Hilton y la policía hicieron un buen trabajo
a la hora de eludir a los fotógrafos, tarea que parecía
imposible a juzgar por la presencia a cientos de curiosos y periodistas
por igual.
De
la misma forma que la "chica mala" de Hollywood ingresó
el domingo en prisión por sorpresa, tras pasearse por la
alfombra roja de una entrega de premios, hoy las cámaras
consiguieron poco más que unas imágenes borrosas
y lejanas de una Hilton llorosa vestida con un jersey largo, esposada
y escoltada. EFE