En Caucara,
la explosión dejó como resultado dos infantes muertos
e igual número de heridos cuando ellos jugaban al escondite en
una galera donde se crían cabros y los ahora fallecidos manipularon
el artefacto explosivo creyendo que era pelota.
El lamentable hecho sucedió en horas de la mañana cuando
los pobladores se alarmaron con el estruendo de la explosión
que dejó humo alrededor hasta donde se desplazaron para conocer
qué había sucedido encontrándose con los cuerpos
de los niños tirados en el suelo.
Los fallecidos respondían a los nombres de Jetcan Reniery Luna
Asencio (10) y Esdras Noel Flores Avila (5), quien se llevó la
peor parte del suceso ya que quedó con el rostro desfigurado,
cercenada su mano derecha e infinidad de esquirlas en todo su cuerpo.
Hyler Lenin Alvarez (7) y Yefersson Misael Bonilla Ordóñez
(7), de primero y segundo grado de la escuela “Lempira”,
fueron trasladados de emergencia al Hospital de San Lorenzo donde recibieron
tratamiento y ayer estaban en la sala de observación.
En la vivienda quedaron enormes charcos de sangre y huecos en las paredes.
Flores
Avila, quien estaba en el “Kinder”, decidió junto
a sus amiguitos jugar al escondite, por lo que él y Luna Asencio
buscarían a sus amigos, pero éstos --que estaban ocultos
detrás de unas tablas-- se pusieron a jugar con el artefacto
que hallaron en ese sitio, creyendo que era una pelota.
Los infantes heridos que permanecían en la sala de observación
del Hospital de San Lorenzo, aún estaban en trance por el hecho
al no reconocer a nadie ni poder hablar. Sólo Yefersson Bonilla
contó un poco de lo sucedido.
Estalla otra
La fatalidad también tocó la puerta de dos familias
capitalinas, cuando el repentino estallido de otra granada de
fragmentación provocó la muerte de un menor y dejó
a otro gravemente herido.
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El hecho
sucedió a las 11:30 de la mañana en la colonia Perpetuo
Socorro de Comayagüela, cerca de los billares Bella Vista, en la
casa número 1037, la cual se encuentra desabitada y es propiedad
de Paula Colindres, abuela del menor que resultó herido.
Ernesto Geovany Madrid (17) falleció, mientras que Jean Carlos
Colindres (4) resultó gravemente herido, por esquirlas en diferentes
partes del cuerpo, por lo que inmediatamente fue trasladado al Hospital
Materno Infantil.
Paula Colindres, quien vive en otra casa contigua a donde sucedió
el hecho, le pidió a su hijo, Melvin Alberto Colindres, padre
de Jean Carlos, que por favor le tapara las goteras que tenía
la casa deshabitada, con el propósito de poderla alquilar en
los próximos días.