En
un discurso sobre la vida pública pronunciado hoy en la
sede de la agencia de noticias Reuters, en Londres, Blair admitió
que la relación entre los políticos y la prensa
ha sido siempre tensa, subrayó que esa tensión se
ha intensificado en los últimos años y admitió
que él también ha "contribuido" al deterioro
de ese vínculo.
Según
Blair, esta difícil relación amenaza la capacidad
de los políticos para tomar las decisiones correctas para
el país.
Explicó
que, debido a que las noticias se divulgan ahora las veinticuatro
horas del día, hay una tendencia a poner más énfasis
en el "impacto" en vez del equilibrio, de manera que
se perjudica la perspectiva que la gente tiene de la vida pública.
Blair
reconoció que "en los primeros años del nuevo
laborismo prestamos una atención desmedida a cortejar,
saciar y convencer a los medios" y a tratar de influir en
la cobertura que la prensa le daba al Gobierno.
"Después
de dieciocho años en la oposición y, a veces, la
feroz hostilidad de una parte de los medios, fue difícil
ver otra alternativa", añadió.
Si
bien subrayó en que no se quejaba de la cobertura que ha
recibido como primer ministro, Blair subrayó que hay menos
equilibrio en el periodismo de ahora que hace diez años.
Insistió
en que hay un auténtico deseo de la gente por la cobertura
de las noticias con imparcialidad y que "la forma en que
las recibe puede estar cambiando, pero no la sed por las auténticas
noticias".
"Creo
que la relación entre la vida pública y los medios
está ahora dañada de una manera que requiere ser
reparada", dijo.
"El
daño socava la confianza del país y sus creencias,
perjudica la evaluación sobre sí mismo, sus instituciones;
y sobre todo, reduce nuestra capacidad para tomar las decisiones
correctas".
El
primer ministro, que llevó a su formación al poder
tras dieciocho años en la oposición, dejará
el poder el próximo día 27 y será sustituido
por el titular de Hacienda, Gordon Brown. EFE