El portavoz
de la Policía, Miguel Martínez Madrid, dijo a periodistas
que la última víctima es el recluso Orlintón Ortéz,
de 37 años de edad, quien fue encontrado muerto hoy en el interior
del hogar número 9 del Centro de Procesados Uno del reclusorio.
“Se presume que Orlintón Ortéz murió ahorcado
con una pita color amarilla”, agregó.
La fuente dijo que según los registros de la cárcel, Ortéz,
que era originario de Sabana Grande, Francisco Morazán, guardaba
prisión por los delitos de violación, asesinato y robo.
“Había sido sentenciado a 10 años e ingresó
a la cárcel el 14 de mayo del 2003”, comentó.
Martínez Madrid dijo que –al igual que sucede en el resto
de los casos-, las autoridades investigan si Ortéz fue ejecutado
por sus compañeros de celda, o se suicidó.
Dijo que algunos reos comentaron que Ortéz había estado
deprimido por problemas con su familia.
No obstante, comentó que los acusados de violación “no
pasan un buen momento” en las cárceles de Honduras, ya
que “usualmente estos individuos no son tan aceptados por los
mismos privados de libertad que están allí por otro tipo
de delitos”.
Según analistas, las cárceles son en Honduras de los sitios
más inseguros.
El año 2006 se registraron 32 muertes, según fuentes oficiales.