Tras
la jura del Gabinete, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina
(ANP) declaró ilegal el Movimiento de la Resistencia Islámica,
Hamás.
Por
su parte, el nuevo primer ministro, Salam Fayad, ha congelado
las cuentas del anterior ejecutivo de unidad nacional, formado
por Hamás y el partido nacionalista que lidera Abás,
Al-Fatah.
En
su primer discurso, sin embargo, Fayad aseguró que "hará
todo lo que pueda por asegurar las necesidades básicas"
de la población de Gaza.
"Estáis
en nuestros corazones y nunca os dejaremos solos", dijo Fayad
a los palestinos de la franja.
No
obstante, estas declaraciones, el nuevo Gobierno difícilmente
tendrá autoridad sobre Gaza, tomada por el grupo islamista
Hamás el pasado jueves.
Hamás
ha declarado ilegal el Ejecutivo de emergencia y sigue considerando
legítimo el Gobierno de unidad nacional. Abás disolvió
ese Gobierno el pasado jueves, cuando Hamás tomó
la franja de Gaza tras cinco días de combates, pero el
primer ministro de ese gabinete y líder de Hamás,
Ismail Haniye, no acata esa decisión.
Cuatro
de los ministros del nuevo Gobierno de emergencia son de Gaza,
y, pese a que no reconoce su autoridad, Hamás ha asegurado
que no tratará de hacerles ningún daño.
Los
primeros objetivos del nuevo Gobierno de emergencia serán
restablecer la seguridad en los territorios y lograr el levantamiento
del boicot impuesto por los principales donantes de la ANP a los
dos anteriores gabinetes con participación de Hamás.
El
primer propósito será difícil de cumplir
en Gaza, donde Haniye nombró ayer nuevos mandos para dirigir
los organismos de seguridad de la ANP.
El
segundo es mucho más asequible pues Abás cuenta
con el apoyo de Estados Unidos, de la Unión Europeo (UE),
de Israel, del Cuarteto para Oriente Medio (ONU, EEUU, UE y Rusia)
y de los países árabes, y puede lograr que las ayudas
directas, suspendidas hace 15 meses cuando Hamás llegó
al poder por las urnas, vuelvan a fluir.
En
las relaciones con el exterior, Fayad, un economista independiente,
de reputación internacional por su labor en el Banco Mundial
y el Fondo Monetario Internacional, será una importante
baza.
Fayad
era ministro de Finanzas en el anterior Gobierno de unidad nacional
y retendrá esa cartera, además de ocupar la de Exteriores,
con lo que en él recaerá la responsabilidad de restablecer
el flujo de ayudas.
Las
ayudas directas al Gobierno de emergencia sólo deberían
beneficiar a Cisjordania, mientras en Gaza, región de por
si más pobre y aislada, empieza a haber penurias energéticas,
de alimentación y de servicios sociales, debido a los recientes
combates y el consecuente cierre de fronteras.
Entre
los doce ministros del gabinete de emergencia hay dos mujeres,
dos cristianos y sólo dos miembros de Al-Fatah. La Presidencia
palestina lo describe como "un gobierno de tecnócratas
independientes".
Entre
ellos destaca el titular de Interior, Abdel Razak Al Yahya, que
ocupó ya este cargo con Yaser Arafat y perdió el
puesto después de condenar la Intifada palestina.
Según
la legislación palestina, un gobierno de emergencia puede
funcionar durante un máximo de seis meses, y durante los
tres primeros meses no precisará aprobación del
Parlamento, algo importante ya que el actual Legislativo tiene
mayoría de Hamás.
En
su primer discurso como primer ministro, Fayad se refirió
a la batalla entre facciones que se acaba de vivir en Gaza y que
acabó con la victoria de Hamás.
Han
sido días "oscuros y vergonzosos" en los que
se han cometido actos "contrarios a la tradición palestina",
dijo, pero añadió que esto no afectará la
determinación de su Gobierno. EFE