"Pasar
en forma peligrosa un automóvil puede ser pecado",
aseguró el cardenal Renato Martino al presentar el documento
'Orientaciones para la pastoral de la carretera' preparada por
el Consejo Pontificio para los Migrantes.
"La ausencia de cortesía, los gestos vulgares, las
blasfemias y los insultos" figuran entre los pecados que
más comunes cometen los conductores.
El documento del Vaticano recuerda también a los católicos
que hay que "hacerse la señal de la cruz" antes
de iniciar un viaje.
"Los medios de transporte (...) pueden servir para promover
las virtudes cristianas, entre ellos la prudencia, la paciencia
y la caridad", aseguró el Consejo Pontificio, cuyo
documento será repartido en todas las parroquias del mundo.
"Quien conoce a Cristo es prudente en las carreteras",
sostiene el texto, que elabora una suerte de "decálogo
especial" para los conductores, que se inspira a los diez
mandamientos.
"El automóvil no debe servir para medir el poder,
el dominio ni convertirse en una ocasión para pecar",
sostiene el quinto mandamiento del decálogo.
En las orientaciones, el Vaticano aborda también el problema
de la prostitución, de los niños de la calle así
como el de los mendigos.