Desde una
torre, dos francotiradores disparan a una distancia de 1 000 metros
a las siluetas de madera de terroristas, que “ custodian ”
un rehén en un edificio.
Los francotiradores no deben fallar, porque, simultáneamente,
otros ocho soldados penetran sigilosamente en la fortaleza donde los
terroristas mantienen a los rehenes.
Si los francotiradores fallan, pierden puntos en la competencia de la
que participan fuerzas de 18 países durante el Ejercicio Fuerzas
Comando 2007 que dura una semana finalizará este jueves.
El entrenamiento tiene lugar en un paraje de pinares verdes en la sede
del batallón de las Fuerzas Especiales del ejército hondureño
en La Venta, a unos 35 km al noreste de Tegucigalpa.
Las medidas de seguridad en el escenario del ejercicio son extremas
porque se realizan con bala viva, a diferencia de la mayoría
de entrenamientos de ese tipo, en los que se utilizan municiones de
salva.
Los entrenamientos continuaban este martes con operaciones en la ribera
de la represa El Coyolar, a unos 60 km al norte de Tegucigalpa.
En el ejercicio participan militares y policías de Argentina,
Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá,
Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Cada delegación participa con un equipo en competencias de habilidades
de operaciones especiales para ejercitar tácticas, técnicas
y procedimientos usados en la guerra contra el terrorismo.
Además, un representante de cada delegación asiste a un
seminario sobre operaciones y “dos participantes en el Programa
de Visitantes Distinguidos (PVD), cuyo objetivo es la cooperación
regional antiterrorista ” .
Según el proyecto, el ejercicio tiene “ el propósito
de acrecentar la cooperación regional y multinacional, la confianza
mutua, mejorar el entrenamiento, presteza e interoperatividad de las
fuerzas especiales de la región, en la lucha contra el terrorismo
” .
La primera vez que se llevó a cabo el Ejercicio Fuerzas de Comando
fue en 2004 en El Salvador, “ con la intención de acrecentar
las relaciones del soldado de las fuerzas especiales latinoamericano
y poder compartir destrezas militares, técnicas y tácticas
en tareas específicas de unidades de lucha contra el terrorismo”
.