Algunos
sectores sociales han solicitado a Zelaya que destituya al ministro
de Seguridad, el general retirado Álvaro Romero, porque
consideran que no está haciendo lo suficiente para combatir
la violencia y delincuencia común que vive el país.
Según
Zelaya, Romero sí está cumpliendo, y en su opinión,
lo que existe es una campaña en contra del titular de Seguridad.
Custodio,
en su condición de Comisionado de los Derechos Humanos
en Honduras, expresó que "debemos interpretar claramente
que -al presidente- le importa más la presencia de ese
secretario de Estado en ese cargo, que ejerce tan impropiamente,
que satisfacer la demanda de seguridad pública de parte
del pueblo hondureño".
Agregó
que a Zelaya "le interesa más tener y complacer a
un hombre caprichoso y dominante pasivo, como el señor
Álvaro Romero".
El
titular de Seguridad mantuvo esta semana una confrontación
verbal con el médico forense y abogado Dennis Castro, a
quien Zelaya pretendía nombrar como responsable de la Dirección
General de Investigación Criminal (DGIC).
Castro
no aceptó el cargo alegando que primero se debe hacer una
depuración a todo nivel en el Ministerio de Seguridad,
y denunció que en una ocasión el propio Álvaro
Romero le confesó que más del 50 por ciento de la
Policía está implicada en narcotráfico y
otros delitos.
Romero
respondió que es falso lo afirmado por Castro y recalcó
que él no lo nombraría en la DGIC.
Zelaya
anunció el nombramiento en la DGIC tras la matanza, la
semana pasada, de cinco reos, cuatro de ellos en la Penitenciaría
Nacional y uno en otro presidio del país.
A
esos crímenes se sumó el asesinato, el viernes pasado,
del capitán Alejandro Motiño, uno de los edecanes
del presidente Zelaya, quien una hora después del crimen
afirmó que se trata de "un crimen político"
de "sectores poderosos", lo que ha reiterado toda esta
semana, pero sin identificar a nadie.
Al
respecto, Custodio dijo hoy que cuando se afirma que la muerte
de Motiño es un "asesinato político",
entonces el presidente está inculpando indirectamente a
todos los que disienten con él y a todos los que le hacen
oposición política sensata o insensata, como que
en Honduras hubieran grupos armados.
"Yo
lo único que sé que hay armado en forma indebida
en este país es la delincuencia organizada, el narcotráfico,
si él se está refiriendo a eso y no remueve a su
ministro de Seguridad Pública, entonces definitivamente
es que andamos muy mal", recalcó Custodio.
Entre
otras cosas, Custodio dijo que "gracias a Dios que (Romero)
nunca llegó a jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras porque
con este hombre hubiera estado invadido el país y todo
hubiera estado tranquilo".
Romero,
"inclusive se está extralimitando en un lenguaje irrespetuoso
al poder civil", acotó Custodio. EFE