Scotland
Yard tuvo que revisar la seguridad del concierto, tras los dos
coches-bomba desactivados este viernes en Londres y el ataque
de este sábado contra el aeropuerto de Glasgow (Escocia).
El tributo a Diana coincidió, pues, con
el estado de alerta máxima decretado por el Gobierno británico,
aunque los Príncipes Guillermo y Enrique intentaron que
nada aguara la fiesta que, con tanto esfuerzo y cariño,
venían preparando desde el pasado año.
"¡Hola, Wembley", gritó
Enrique, de 22 años, al presentar el acto en el escenario
junto a su hermano, de 24, lo que desató la ovación
cerrada del público, mientras 500 millones de espectadores
seguían el espectáculo por televisión, en
más de 140 países.
La jornada resultó especialmente emotiva
para los Príncipes, porque su madre habría cumplido
hoy 46 años y ambos jóvenes deseaban que el concierto
se convirtiera en "su mejor regalo de cumpleaños".
El acto sirvió también para conmemorar
el décimo aniversario de la muerte de Lady Di, que se cumplirá
el próximo 31 de agosto.
"Este evento tiene que ver con todo lo que
nuestra madre amó en vida: su música, sus bailes,
sus organizaciones benéficas, su familia y sus amigos",
dijo, ante la multitud, Guillermo, segundo en la línea
de sucesión al trono británico.
Por su parte, Enrique, subteniente del Ejército
británico, tuvo un recuerdo para los soldados de su regimiento
desplegados en Irak: "Ojalá -les dijo- pudiera estar
con vosotros".
"Deseo
que no os pase nada", afirmó el tercero en la línea
de sucesión al trono, a quien el mando militar consideró
demasiado arriesgado enviar al frente iraquí.
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Desde
el palco del estadio, no perdía detalle de la fiesta
Kate Middleton, ex novia de Guillermo, que volvió
a reunirse con él por primera vez en público
desde su separación hace meses, aunque no se sentaron
juntos, pese a los rumores sobre su posible reconciliación. |
En
esa localidad se encontraba, asimismo, la novia de Enrique, Chelsy
Davy, quien pasó gran parte del concierto junto a su amor.
Fueron seis horas trepidantes que arrancaron con
Elton John, amigo íntimo de Diana, y uno de sus grandes
temas, "Your song".
Además, el grupo británico Duran
Duran, una de las bandas preferidas de Lady Di, deleitó
después a la concurrencia con canciones tan conocidas como
"Rio" y "Wild boys", toda vez que el vocalista,
Simon Le Bon, dedicó la actuación a "la memoria
de la Princesa favorita de este país".
Con
un público ya entregado que se divertía haciendo
la ola y Guillermo y Enrique bailando en el palco, otros artistas
famosos desfilaron por el escenario, entre ellos Status Quo, Tom
Jones, Bryan Ferry, Take That, Rod Stewart, Nelly Furtado y James
Morrison. Wembley también disfrutó de dos pasiones
de Diana: El Ballet Nacional Inglés, que escenificó
"El lago de los cisnes", del ruso Tchaikovski; y los
musicales de Andrew Lloyd-Webber, como "El fantasma de la
ópera", cantado por Andrea Bocelli.
Además,
dos pantallas gigantes emitieron vídeos de la labor
benéfica de Lady Di y de personalidades como el ex
presidente de EEUU Bill Clinton (1992-2001), el ex primer
ministro británico Tony Blair y el líder surafricano
Nelson Mandela, que le rindieron tributo. |
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El
colofón de la velada llegó, una vez más,
de la mano de Elton John, que cantó temas como "Crocodile
Rock" sentado al piano, pero no "Candle in the wind",
la emotiva canción que había tocado diez años
atrás en el funeral de Diana y que esperaba el público.
Con todo, Wembley puesto en pie y los Príncipes
Guillermo y Enrique que volvieron al escenario para congratularse
por tan "increíble noche" y recordar que la recaudación
del concierto se destinará a las organizaciones benéficas
que apoyó su madre.
Diana,
-que se casó en 1981 con el Príncipe Carlos de Inglaterra
(heredero a la Corona), de quien se divorció en 1996-,
murió el 31 de agosto de 1997 en un trágico accidente
automovilístico en París, en el que también
fallecieron su novio, Dodi Al Fayed, y el chófer Henri
Paul. EFE