Putin llega a EEUU para
reunirse con Bush

 
01 de julio de 2007

Washington - El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llegó a Kennebunkport (Maine) para una visita de menos de 24 horas, durante la cual hablará con el presidente de EE.UU., George W. Bush, sobre las relaciones de los dos países, que se han deteriorado en el último año.

Bush recibió a Putin en la casa de su padre el ex presidente George H.W. Bush y su madre Bárbara para una cumbre de la cual, según aviso de fuentes rusas y estadounidenses, no debe esperarse anuncios importantes.

George Bush y Vladimir Putin


Unos 1.700 manifestantes encabezados por un hombre que portaba una bandera de EE.UU. izada al revés, marcharon por Ocean Avenue en Kennebunkport antes de la cita presidencial.

"Éste es nuestro mensaje: ¡Fuera de Irak, ahora!", dijo Sally Breen del grupo Acción por la Paz, al diario Kennebec Journal, que informó del arresto de tres personas en la demostración.

Fuentes del gobierno de Bush dijeron al diario The New York Times que la prioridad para Washington es obtener la cooperación de Rusia para persuadir a Irán a que suspenda su programa nuclear.

Por su parte, fuentes rusas han indicado que para Moscú el problema mayor es persuadir a Washington para que no siga adelante con su plan de instalación de misiles interceptores y radares en Europa oriental, que tienen el propósito, supuestamente, de proteger a Europa contra misiles que algún día tendrá Irán.

Otro punto de discordia es la resistencia de Moscú a un plan, que apoya Estados Unidos, que podría conducir a la independencia de la provincia yugoslava de Kosovo.

Aunque el ex presidente Bush no tendrá participación en las conversaciones de los mandatarios, se ha indicado en Kennebunkport que podría llevar a Putin en una excursión de pesca mañana en su embarcación frente a las costas de Maine.

El presidente Bush ya recibió una visita de Putin en 2001 en su rancho cerca de Crawford, Texas, y entonces comentó: "uno invita a su casa a los amigos".

Pero en años recientes la relación entre Washington y Moscú se ha deteriorado por numerosos factores incluidas las críticas de Estados Unidos a lo que la Administración Bush ve como una erosión de la democracia en Rusia.

La Casa Blanca ha tratado de rebajar las expectativas de la cumbre, que comenzará con una recepción este domingo y continuará con una sesión de trabajo de los gobernantes, a la que seguirá un almuerzo ya con sus esposas, el lunes.

Contrariamente a lo que suele suceder en este tipo de ocasiones, no habrá una rueda de prensa formal y los presidentes se limitarán a emitir unas breves declaraciones a un grupo de periodistas.

Según ha explicado el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, no cabe esperar que en la reunión se produzcan "nuevos anuncios grandiosos".

En su lugar, apuntó Snow, se trata de "una ocasión para que los dos líderes dialoguen" de manera franca sobre asuntos como el escudo antimisiles, la situación en Oriente Medio y los programas nucleares de Irán y Corea del Norte.

Ambos mandatarios se reunieron por última vez a principios de este mes durante la cumbre del G8, los países más desarrollados y Rusia, celebrada en Heiligendamm (Alemania).

Al referirse al encuentro de hoy y mañana en Kennebunkport, Andrew Luchins, del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS), se preguntó: "¿Es ésta la primera vez que un dirigente estadounidense ha recibido a un líder extranjero en casa de papá? ¿Qué pasa, Vlad y George necesitan algún tipo de supervisión adulta?". EFE