Por
lo menos el 20 por ciento de las personas encarceladas en el condado
Mecklenburgh, al que pertenece Charlotte, son hispanos indocumentados,
en su mayoría mexicanos, informó hoy una comisión
de la alcaldía.
El informe de la Comisión de Estudio de Inmigración,
creada por el alcalde de Charlotte, Pat McCrory, y divulgado hoy,
afirma que el número de presos indocumentados aumentó
un cinco por ciento con relación al 2006.
Muchos de estos indocumentados ya fueron deportados o están
en proceso de deportación.
Sobre la base de reportes proporcionados por la oficina del alguacil
de Mecklenburgh, la Comisión dijo que desde que el condado
se unió al programa federal 287g, en abril del 2006, fueron
detenidos más de 3.000 hispanos, en su mayoría mexicanos,
de los cuales alrededor de 2.000 ya fueron deportados y el resto
está en proceso de deportación.
Según el informe, el aumento del cinco por ciento de hispanos
indocumentados arrestados se debe a que ahora los agentes de inmigración
están autorizados a verificar el estatus migratorio de los
detenidos.
La mayoría de los hispanos arrestados, según la Comisión
, fueron detenidos no sólo por tener orden de deportación,
sino por manejar en estado de embriaguez o cometer infracciones
de tránsito.
Después de pasar un tiempo en las cárceles de Charlotte,
los hispanos indocumentados son trasladados a Atlanta, Georgia,
para el inicio de su proceso de deportación.
La Comisión no informó cuántos presos hay en
las cárceles de Charlotte, ni la nacionalidad de los otros
detenidos.
Además de los arrestados por infracciones de tránsito,
las redadas contra hispanos indocumentados aumentaron desde principios
de año, convirtiendo a Carolina del Norte en uno de los estados
donde la persecución se ha intensificado, según dijo
hoy a Efe Angeles Ortega Moore, directora ejecutiva de Coalición
Latinoamericana de Charlotte.
También los hispanos indocumentados en libertad condicional
están siendo arrestados por agentes del Servicio de Inmigración
y Aduanas (ICE, en inglés), cuando son citados a las oficinas
de Libertad Condicional, como ha sucedido en las poblaciones de
Lincolnton, Statesville y Monroe.
El alguacil de Mecklenburgh, Jim Pendergraph, se ha "auto-felicitado"
en varias ocasiones, diciendo que está "orgulloso que
cada día capturamos más ilegales en nuestro condado".
Por su parte, la congresista federal por Charlotte, Sue Myrick,
quien votó en contra del proyecto de reforma migratoria en
el Senado, también se ha declarado en contra de los hispanos
indocumentados.
"Deseo anunciar que a finales del presente año ya tendremos
en Charlotte una corte de inmigración y una nueva cárcel
para deportar con más rapidez a los indocumentados sin necesidad
de enviarlos a Atlanta", dijo recientemente Myrick.
Ante esta situación, organizaciones hispanas han mostrado
su preocupación de que las redadas y deportaciones aumenten
en vista del ambiente anti-inmigrante que se vive en el estado.
"Es preocupante la actitud que han tomado los anti-inmigrantes
en Carolina del Norte y las persecuciones aumentan cada día",
dijo recientemente a Efe Marisol Jiménez, directora legal
de la organización "el Pueblo", ubicada en la capital
estatal de Raleigh.
"Es importante que en estos momentos en que fracasó
el proyecto de reforma migratoria en el Senado y que Carolina del
Norte es uno de los estados más anti-inmigantes del país,
los hispanos, que en su mayoría son indocumentados, eviten
manejar ebrios y no cometer infracciones de tránsito",
recomendó Ortega.
Se calcula que en Carolina del Norte viven 600.000 hispanos, el
80 por ciento indocumentados y en Charlotte 70.000, la mayoría
mexicanos ilegales.
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