"Resuelto" y "cerrado" caso de asesinato de diputados en Guatemala

 

11 de julio de 2007

Guatemala - La Fiscalía de Guatemala anunció hoy que da por "resuelto y cerrado" el caso del asesinato de tres diputados salvadoreños y su chófer ocurrido en febrero pasado, aunque lamentó no haber establecido el móvil del crimen ni la identidad de los responsables intelectuales.


El Fiscal General, Juan Luis Florido, dijo a La prensa que las autoridades guatemaltecas han concluido con las investigaciones del caso, y que lo que corresponde ahora es que los tribunales enjuicien a los supuestos autores materiales del hecho y les condenen por los delitos cometidos.

"Los autores materiales ya están detenidos. Tener a los autores materiales ya es un porcentaje enorme. Estoy seguro que vamos a lograr una condena" en contra de estar personas, precisó Florido.

El Fiscal lamentó no haber logrado identificar ni capturar a los autores intelectuales del crimen, ni haber establecido el móvil del mismo, y subrayó que "por nuestra parte, el caso ya está cerrado".

Los cadáveres calcinados de los diputados salvadoreños en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Eduardo D'Aubuisson, William Pichinte y José Ramón González, así como Gerardo Ramírez, quien les servía de escolta y conductor, fueron hallados el pasado 19 de febrero en una comunidad rural del este de Guatemala.

Una semana después fueron capturados cuatro agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, los que según la Fiscalía habrían sido los responsables materiales del múltiple asesinato.

El esclarecimiento del hecho se empezó a complicar el 25 de febrero, cuando los agentes detenidos fueron asesinados en el interior de una prisión de máxima seguridad ubicada en el este del país, según las autoridades, por un grupo de pandilleros juveniles recluidos en la misma cárcel.

Semanas después, las fuerzas de seguridad capturaron a cinco personas, entre ellas una mujer, supuestas integrantes de una banda de asaltantes y narcotraficantes que operaban en el departamento de Jutiapa, fronterizo con El Salvador, a las que sindican de haber participado en el crimen.

También fue detenido el agente de la PNC, Marvín Contreras, quien, según las investigaciones, participó junto a los agentes asesinados en la muerte de los salvadoreños.

Otros dos agentes de la policía guatemalteca, Carlos Orellana y Jeiner Barillas, supuestamente vinculados a este crimen y considerados como "piezas claves" por la Fiscalía, se encuentran prófugos de la justicia.

Florido aseguró que en los próximos días pedirán al Juzgado que conoce el caso que inicie juicio penal en contra de los detenidos, y que presentarán las pruebas que los implican para sean condenados.

El Fiscal General también desmintió una versión publicada recientemente en medios internacionales, sobre la supuesta falta de colaboración de las autoridades guatemaltecas con los agentes del Buró de Investigaciones Federales de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) que prestaron asistencia en el esclarecimiento del crimen.

Según Florido, los agentes del FBI destacados en este caso tuvieron todo el apoyo requerido y trabajaron sin ningún tipo de limitaciones.

Esta declaración fue respaldada por David Young, consejero de prensa de la embajada de los Estados Unidos en Guatemala, quien por medio de un comunicado de prensa aseguró hoy que "los funcionarios estadounidenses que han participado en la investigación de la trágica muerte de los diputados salvadoreños del Parlacen y su piloto han tenido siempre una excelente cooperación de parte del Gobierno de Guatemala". EFE