Desde
este almacén tendrán que ser repartidos, con grandes
medidas de seguridad, a los más de 700 establecimientos
que la cadena tiene en todo el país.
El
contrato que la librería tiene con la editora del libro,
Scholastic, le obliga a tomar todas las medidas para evitar que
se sepa si el mago adolescente morirá al final de la historia.
Los
seguidores de Harry Potter tendrán que estar, por tanto,
con el alma en un vilo hasta la medianoche del próximo
viernes, cuando "Harry Potter and the Deathly Hallows"
salga finalmente a la venta.
Fue
la propia autora, J.K. Rowling, la que anunció hace un
año que en su última novela, la séptima de
la saga, morirían personajes principales. EFE