Chávez confirma buscará
reelección y dice que no llorará
si el pueblo lo echa
 

22 de julio de 2007

Caracas - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, confirmó hoy que en los próximos días presentará su plan de reforma de la Constitución vigente desde 1999, la cual incluirá que pueda ser reelegido, y dijo que no llorará si el pueblo decide sacarlo del cargo.


"Si producto de esa propuesta, ustedes, el pueblo, me echa de aquí, me voy; yo no tengo problema. Siempre lo he dicho: el día que el pueblo no me quiera, yo no me voy a poner a llorar, y me voy (...); si ustedes no quieren mando, yo tampoco quiero mando", dijo.

Chávez formuló esa declaración en su programa dominical "Aló, presidente", transmitido por la radio y la televisión estatales.

Tras indicar que la posibilidad de la reelección sin límite solo la propondrá para sí mismo y no para otros cargos de elección, Chávez afirmó que asume la responsabilidad por su propuesta.

Sobre la posibilidad de que el pueblo no lo quiere más al frente del cargo que ocupa desde inicios de 1999, Chávez sostuvo: "Bueno, eso tenemos que demostrarlo".

"Hasta ahora, gracias a Dios y a la conciencia popular, vamos para nueve años (en el poder) y la proyección es hasta el 2021, por lo menos", subrayó.

La propuesta de modificación de la Constitución deberá presentarla primero ante la unicameral Asamblea Nacional, que está integrada en su totalidad por legisladores afines a su gestión, y el fruto de lo que resuelva esa instancia será sometido a referendo, lo que se estima sucederá este mismo año o inicios del próximo.

"Dentro de poco yo voy a entregar a la Asamblea Nacional mi propuesta; es mía, yo asumo la responsabilidad", repitió, aunque confesó de que si él la hubiera redactado en solitario: "la hubiera hecho en una semana, porque yo tengo las ideas bien claras" de lo que debe reformarse de la Carta Magna aprobada en referendo en 1999.

La Constitución vigente, que prevé una única reelección presidencial, la que Chávez ganó en diciembre pasado, fue sancionada tras una labor de redacción de una Asamblea Constituyente convocada para el efecto, instancia que ahora no será requerida.

La reforma es afinada por un equipo de asesores presidenciales, que ha hecho, según Chávez, "un buen trabajo", pese a que primero le presentó "una carpeta muy gruesa" que contemplaba "la revisión de cabo a rabo" de todos los artículos de la actual Constitución.

"¡Dios mío, esto no es lo que yo quería, pero bueno", prosiguió el gobernante, y relató que luego pidió una versión reducida, posteriormente una intermedia y que ya ahora la reforma "está en sus toques finales".

Otro de los asuntos que, adelantó, será reformado tiene que ver con una nueva organización administrativa del país, entre ellas de Caracas, la capital venezolana, lo que significará, por ejemplo, la desaparición de la Alcaldía Mayor, actualmente bajo el mando del oficialista Juan Barreto, presente en la alocución de hoy.

"Barreto, ve a ver qué trabajo vas buscando", manifestó Chávez en tono jocoso.

Además de prometer que su actual mandato, hasta el 2013, "debe ser muchísimo mejor que el anterior", recordó entre risas que desde "hace rato" sus detractores lo acusan de tener "un proyecto para eternizarse en el poder".

"Uno nunca sabe", prosiguió, debido a que "si lo que planea el imperio puede tener éxito", ya que, afirmó, la CIA de EE.UU. "anda regada por todas partes" y solo el líder cubano, Fidel Castro, "es sobreviviente de más de 600 atentados" que dijo le organizó.

Ahora, "con la tecnología actual", prosiguió, "el riesgo es mucho mayor" para él y otros líderes antiimperialistas.

También aludió a planes para su derrocamiento, de los que también acusó a EE.UU., que tiene activada "una conspiración internacional" contra gobiernos como los de Nicaragua y Bolivia que, junto al suyo, han creado "un espacio liberador antiimperialista".

"Tengo la percepción de que no van a lograrlo, pero a la vez la certeza de las grandes amenazas" que representa la CIA, "la máquina de matar más perfecta, para desestabilizar que no descansa", resaltó. EFE