23
de julio de 2007
Redacción Proceso Digital
Peligro
para la seguridad nacional
El
otro componente peligroso de la opción izquierdista seleccionada
por “Mel” es el referente a la seguridad nacional.
Washington no sólo es el proveedor de divisas y que alberga
a casi un millón de hondureños en territorio estadounidense,
sino que también ha sido el padrino militar.
La fuerza aérea, la columna vertebral de la defensa militar
para resguardar la soberanía territorial, depende en más
del 95 por ciento de Estados Unidos, ya que el parqué de
aeronaves fueron provistas por Estados Unidos.
La operación de los F-5, los helicópteros y los
aviones de transporte de guerra está supeditada a que Estados
Unidos provea los repuestos necesarios anualmente, amen de los
equipos navales y del ejército de tierra como fusiles,
equipo de artillería y las vitales comunicaciones militares.
Un enfriamiento de las relaciones con Estados Unidos puede conducir
a un congelamiento del envío de piezas militares o repuestos
para la aviación de guerra y Honduras se quedaría
virtualmente sin los medios de disuasión militar creíbles
que posee en la región.
Y Estados Unidos juega con dichas armas sino está el caso
venezolano para recordarles a los dirigentes hondureños.
Venezuela tiene una dotación de F-16, pero que virtualmente
están en tierra ya que Estados Unidos bloqueo la venta
de repuestos desde hace cinco años.
A los intentos del gobierno de Chávez de adquirirlos en
el mercado o sustituir con nuevos aparatos, también Washington
bloqueó ya que mucha de la tecnología de guerra
está en manos de Estados Unidos aunque se fabriquen en
Europa o Brasil.
Chávez no tuvo más opción, aprovechando los
altos precios del petróleo que vende precisamente a Estados
Unidos su tesorería reboza de dólares, sacar la
chequera y realizar compras superiores a los 2,000 millones de
dólares a la otra potencia militar del planeta, Rusia.
Compró con efectivos de los petrodólares más
de 20 aviones Mig y Sukhoi rusos, 100,000 fusiles AK, está
negociando la compra de submarinos rusos y un sistema de defensa
aérea.
Pero Honduras no cuenta con los dólares del petróleo
y justamente los F-5 son un regalo estadounidense de los años
80 del siglo pasado que sirvió justamente para disuadir
la maquinaria de guerra sandinista que patrocinaba la entonces
Unión Soviética y Cuba.