"Nos
sumamos a la tarea de Fidel (Castro) en Cuba y de Hugo (Chávez)
en Venezuela para dar respuesta a las necesidades de las mayorías
nacionales", dijo en el aeropuerto caraqueño, donde,
en mangas de camisa, recibió honores de jefe de Estado, tanto
a su llegada desde La Paz como a su salida con rumbo a España.
"Este milenio será para
los pueblos, no para el imperio", afirmó y dejó
claro que sus objetivos serán "cambiar a Bolivia"
y "liberar al pueblo boliviano" una vez que asuma el cargo,
el 22 de enero.
Morales también se fundió
en abrazos y apretones de mano con caraqueños que se dieron
cita en el Panteón Nacional, donde colocó una ofrenda
floral ante el sarcófago del Libertador Simón Bolívar
y rindió honores al cacique Guaicaipuro, junto a Chávez.
Este señaló que la
victoria electoral del político socialista boliviano, que
le convertirá en el primer indio en llegar a la presidencia
de su país, es señal de que "pueblos indígenas
retornan del fondo de la Historia" y que crece "el eje
del bien" en contraposición al "eje del mal"
que "es Washington y sus aliados que amenazan, invaden y matan".
Chávez anunció en
una posterior rueda de prensa conjunta que donará 30 millones
de dólares para obras sociales de la gestión de Morales,
y también se comprometió a suministrar todo el combustible
que consume Bolivia y que actualmente importa de otras naciones.
Bolivia pagará con alimentos
el combustible venezolano, que tendrá un coste de unos 150
millones de dólares al año, según consta en
la llamada "Declaración de Caracas" que recoge
las proyecciones de una futura y amplia colaboración bilateral.
El documento también compromete
a Caracas a brindar su experiencia para que Bolivia mejore su explotación
energética y convoque una Asamblea Constituyente, entre otros
asuntos de la agenda de gobierno anunciada por el futuro gobernante
boliviano.
Ambos saludaron lo que anunciaron
como "segunda independencia" de los países de la
región y previeron que seguirá en Perú. Ello,
en presencia del candidato presidencial peruano Ollanta Humala.
También de visita en Caracas
por "extraordinaria coincidencia", según Chávez,
Humala fue llamado por éste "Quijote" y relató
la "quijotada", como nombró la asonada que lideró
en octubre de 2000 contra el entonces presidente de ese país,
Alberto Fujimori.
"Un grupo de soldados, un gesto
de rebeldía (...); unos muchachos entregados a la batalla
que nos une, el nacionalismo, por el rescate de los recursos naturales,
de la soberanía y para enfrentar la amenaza del ALCA (Area
de Libre Comercio de las Américas) y exigir respeto a nuestros
pueblos", manifestó el presidente venezolano.
Chávez también advirtió
de eventuales futuros intentos "del imperialismo y sus lacayos"
para intentar derrocar a Morales y advirtió que "si
el imperialismo y sus lacayos quisieran derrocarlo (...), se van
a arrepentir".
"La respuesta -dijo- sería
la profundización de lo que haya que profundizar y estoy
absolutamente seguro de ello, porque el pueblo de Bolivia, igual
como el venezolano, está dispuesto a ser libre".
Morales reiteró que impondrá
su agenda "aunque se opongan en la Casa Blanca", en alusión
al Gobierno de EEUU, al que llamó a no tratar "de seguir
imponiéndose".
"El gobierno de EEUU tiene
la obligación de entender las aspiraciones de los pueblos
(...), sino habrá mayor rebeldía", apuntó
el presidente electo y confirmó que impulsará una
política de "recuperar el territorio boliviano, que
significa recuperar todo".
Será
su obligación, añadió Morales, industrializar
a Bolivia y emprender cambios estructurales "en una transformación
pacífica y en democracia", con una actitud de diálogo
nacional e internacional basado "en la ley de nuestros antepasados"
que se sintetiza en "no robar, no mentir ni ser flojos".
EFE |