El
primer ministro saliente, Ibrahim al Yafari, dijo hoy en una rueda
de prensa en Bagdad que espera la formación de un gobierno,
en el que participen chiíes, kurdos y suníes, "dentro
de tres meses".
Según fuentes iraquíes,
representantes de los chiíes religiosos y los kurdos, que
salieron victoriosos en las elecciones del pasado 15 de diciembre,
continúan sus negociaciones con los suníes y los chiíes
laicos para acercar sus puntos de vista respecto a la formación
del gobierno.
Los chiíes religiosos, encabezados
por la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica
(ASRI), de Abdelaziz Al Hakim, insisten en que sea creada una entidad
federal para su comunidad en el sur y el centro del país,
lo que rechazan los suníes al considerar que puede conducir
al desmembramiento del país.
Por su parte, el presidente saliente
de Irak, Yalal Talabani, condenó los ataques perpetrados
hoy en Ramadi, al oeste de Bagdad, y en la ciudad santa chií
de Kerbala (sur), y advirtió de que "están dirigidos
contra la unidad del país".
Talabani pidió a los distintos
grupos políticos y religiosos de Irak que se unan para "no
permitir a los terroristas que saboteen el proceso político".
Según la televisión
iraquí, que citó a fuentes policiales y médicas,
los atentados suicidas en Kerbala y Ramadi, esta última ciudad
un bastión insurgente, costaron la vida a al menos 109 personas
y causaron heridas a otras 250, en la jornada más cruenta
en los últimos meses en Irak.
La primera masacre fue obra de un
adolescente que se confundió con la multitud de peregrinos,
iraquíes y extranjeros, que en estos días visitan
los santuarios de Kerbala, la segunda urbe más importante
del chiísmo, y mató a 49 personas e hirió a
más de 180.
Según
relató a EFE la Policía, el joven llevaba adosados
al cuerpo alrededor de ocho kilogramos de TNT, combinados con metralla
y bombas de mano entre la ropa.
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En
la temprana hora del ataque, las 10.15 hora local (07.15 GMT),
cientos de hombres, mujeres y niños, llegados de las
provincias del sur de Irak pero también de Irán,
Pakistán o la India paseaban confiados entre las doradas
cúpulas de las mezquitas de los imanes Abás
y Husein, en pleno centro de Kerbala. |
"Algunas
de las víctimas son extranjeros que se encontraban de visita
en la ciudad" para pasar la fiesta del Sacrificio, prevista
para la próxima semana, subrayó Al Tai.
Este es el primer atentado cruento con coche que sufre Kerbala desde
diciembre de 2004, cuando un ataque similar segó la vida
de más de 90 fieles en esa ciudad.
Casi a la misma hora del atentado
en Kerbala, pero a unos 150 kilómetros al noroeste de esa
ciudad, otros dos kamikazes al volante de sendos vehículos
cargados con explosivos perpetraron una masacre similar en un cuartel
de Ramadi.
Los suicidas causaron la muerte
a sesenta personas y heridas a otras setenta al hacer estallar los
automóviles junto a una cola de reclutas que esperaban pasar
un examen de ingreso en las nuevas Fuerzas de Seguridad iraquíes.
La mayoría de ellos eran
jóvenes chiíes que buscaban un trabajo para sobrevivir
en la destruida sociedad iraquí.
Poco después, otros tres
vehículos-bomba mataron a tres personas, entre ellas un policía,
en el centro y el este de Bagdad.
Por
otro lado, fuentes militares estadounidenses y policías iraquíes
informaron de la muerte de siete soldados norteamericanos en atentados
con bombas en Bagdad y en la ciudad sureña de Nayaf.
EFE
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