Siempre
espontáneo, Morales se reunió con el consejero de
Estado chino, Tang Jiaxuan, y el jefe del Departamento Internacional
del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Jiarui, ante quienes
reconoció haber leído "desde jovenzuelo"
la biografía de Mao y sentir "mucho respeto" por
el proceso revolucionario chino.
Visiblemente cansado por una gira
que ahora quiere llevar a la India e Irán, Morales subrayó
su admiración por el comunismo chino ortodoxo, pese a que
el país asiático lo haya sustituido en las últimas
décadas por el "socialismo de mercado".
Debido al agotamiento, Morales suspendió
los dos encuentros con la prensa pactados para hoy, por lo que fue
su asesor económico, Carlos Villegas, quien compareció
ante los periodistas y explicó los objetivos más prácticos
de la visita del presidente electo a China.
Si en Europa el acento estuvo en
advertir a las empresas con presencia en Bolivia (como la hispano-argentina
Repsol YPF o la francesa TotalFina Elf) que el Estado boliviano
ejercerá su derecho de propiedad sobre los recursos naturales,
en China Morales animó a las compañías estatales
a que inviertan en ese sector.
"Se ha invitado a las empresas
chinas a que, siguiendo las regulaciones bolivianas, entren en sectores
como la energía, la minería o la agricultura",
destacó Villegas.
Mañana, Morales se reunirá
con el presidente de China, Hu Jintao, y el ministro de Comercio,
Bo Xilai, con quienes profundizará en este ofrecimiento y
espera también mantener encuentros con empresarios del sector
de hidrocarburos.
Según los analistas, concretar
estas inversiones podría suponer una alianza estratégica
entre Pekín y el nuevo Gobierno de Bolivia, que ve a países
como China o India como posibles contrapesos a Estados Unidos en
la economía latinoamericana.
Pekín, por su parte, quiere
invertir en Bolivia (país con las segundas mayores reservas
de gas de Suramérica, tras Venezuela) para asegurarse suministro
energético que alimente su crecimiento económico,
además de para ampliar su boyante comercio exterior con Latinoamérica.
China fue en 2004 el sexto mayor
exportador de productos a Bolivia y el primero no americano, con
ventas por valor de 107,58 millones de dólares (88,5 millones
de euros), casi 10 veces más que las cifras registradas dos
años antes, según datos del Instituto Boliviano de
Comercio Exterior.
No obstante, el responsable de economía
boliviano volvió a rechazar que Morales esté intentando
tejer una alianza contra el "imperialismo" de EEUU, una
idea que aflora de nuevo al conocerse la posible visita del presidente
electo a Irán, uno de los países con actitudes más
desafiantes ante Washington.
"Estados Unidos ya no es el
único eje de hegemonía económica y militar.
Ahora en el mundo domina una tríada, con Estados Unidos,
la Unión Europea y Asia, y lo único que hacemos es
leer la realidad y tomar contacto con los diferentes países",
afirmó Villegas en la rueda de prensa.
En las reuniones, Morales mostró
un talante distendido y se disculpó, como hizo en España,
por su desconocimiento del protocolo, ante lo que el consejero de
Estado Tang Jiaxuan, ex ministro de Exteriores chino, respondió
que el ex jefe sindical "no necesita formalismos" en sus
reuniones con los líderes chinos.
Tang además bromeó
por el atuendo "veraniego" de Morales, que lució
camisa de manga corta, y le aconsejó que se abrigara si pensaba
en salir a la calle, dado que la temperatura en Pekín alcanza
estos días mínimos de hasta 10 grados bajo cero.
Morales espera combinar la jornada
política de mañana con visitas turísticas a
la Gran Muralla China y la Ciudad Prohibida, que será cerrada
durante unos minutos para que el mandatario la contemple con tranquilidad
y en todo su esplendor, señalaron a EFE fuentes del Ministerio
de Asuntos Exteriores chino. EFE
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