El Pentágono,
la Casa Blanca y el Departamento de Estado no han confirmado ni
siquiera que el ataque aéreo del pasado viernes en una zona
tribal paquistaní cercana a la frontera con Afganistán
haya sido dirigido por EEUU.
Pakistán
parece estar convencido de ello porque, tras condenar con dureza
lo ocurrido, ha convocado al embajador estadounidense en Islamabad,
Ryan Crocker, para presentar una protesta formal y advertirle de
que ese tipo de actuaciones no pueden repetirse.
Algunos
medios de comunicación estadounidenses insisten en que el
bombardeo, en el que perdieron la vida 18 civiles -incluidos cinco
niños-, fue efectuado por efectivos de la Agencia Central
de Inteligencia (CIA) y que Al Zawahiri figura entre las víctimas
mortales.
Fuentes de los servicios de inteligencia
estadounidenses aseguraron hoy a la cadena de televisión
ABC que siguen optimistas sobre la caída del lugarteniente
del terrorista saudí Osama bin Laden.
Pese
a que las autoridades de Pakistán e incluso fuentes de la
propia Al Qaeda han anunciado que el egipcio Al Zawahiri está
vivo, las fuentes citadas por ABC subrayan que lo más probable
es que haya perdido la vida en el ataque con misiles del viernes.
Añaden, además, que otros cuatro de los fallecidos
también eran altos responsables de la red terrorista.
Esos
mismos oficiales de la CIA precisaron, no obstante, que se van a
realizar pruebas de ADN a las víctimas para verificar de
forma definitiva su identidad.
Su versión comienza a perder peso, sobre todo a raíz
de la información divulgada por el canal de televisión
Al Arabiya que, citando "fuentes relacionadas con Al Qaeda",
asegura que el lugarteniente de Bin Laden está vivo.
Al Zawahiri, de 54 años,
condenado a muerte en rebeldía en Egipto y considerado uno
de los hombres más buscados del mundo por ser el ideólogo
de Al Qaeda, apareció por última vez en un vídeo
transmitido el pasado día 6 por la televisión qatarí
por satélite Al Yazira.
En esa grabación, consideraba
una "victoria para los musulmanes" el reciente anuncio
del presidente de EEUU, George W. Bush, de que podría retirar
parte de las tropas estadounidenses de Irak.
Washington ofrece una recompensa
de 25 millones de dólares por pistas que puedan conducir
a su captura, entre otras razones, porque sospecha que, como mano
derecha de Bin Laden, Al Zawahiri contribuyó a la preparación
de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que dejaron unos
3.000 muertos en EEUU.
El Gobierno estadounidense considera
que también estuvo implicado en los atentados contra sus
embajadas en Kenia y Tanzania en 1998, en los que perdieron la vida
más de 200 personas.
Expertos militares estadounidenses
entrevistados hoy por la cadena de televisión CNN aseguraron
que Al Zawahiri es la cabeza pensante de Al Qaeda y precisaron que,
de confirmarse su muerte, la red terrorista sufriría un gran
cambio en su dirección.
Es una persona "muy, muy cercana"
a Bin Laden, dijo el general retirado James Spider, quien subrayó
que todavía no está claro si fue o no objetivo del
bombardeo del viernes.
Su
desaparición física, añadió, supondría
un "tremendo golpe" para la red terrorista.
La buena noticia, en su opinión, es que se estén realizando
pruebas de ADN a las víctimas del ataque para poder aclarar
sin ningún tipo de duda su identidad.
El también general retirado
y ahora analista militar, James Marks, aseguró a la misma
cadena de televisión que la eventual caída de Al Zawahiri
afectaría de forma inmediata a la moral y a la dirección
de Al Qaeda.
El es "lo que llamaríamos
el jefe de operaciones y Bin Laden el jefe ejecutivo", según
Marks, quien añadió que Al Zawahiri es la persona
que organiza los detalles de las acciones terroristas y difunde
los mensajes de la red. EFE
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