A su juicio, las autoridades locales son las que realmente conocen
las necesidades de sus comunidades y de sus pobladores y saben
en donde deben de invertirse esos recursos.
Álvarez manifestó que los fondos de la ERP no se
utilizarán en estudios porque ya conoce la problemática
que vive la gente pobre de la capital, y es precisamente en los
sectores más deprimidos económicamente, donde se
invertirán para mejorar la calidad de vida de la población.
La decisión de que las 298 alcaldías manejen los
fondos de la ERP, es de los poderes Ejecutivo y Legislativo, por
tanto “como estoy alrededor de cientos de hogares muy pobres
que no tienen agua, infraestructura, servicios para la educación
ni energía eléctrica, entre otros servicios básicos;
no me va a costar ningún centavo, ningún estudio
hacer las obras”, recalcó.
El Poder Legislativo acordó destinar un capital inicial
de 887 millones de lempiras al combate de la pobreza, los que
serán reforzados con fondos de la condonación de
la deuda externa.
El edil municipal dijo lo anterior durante la entrega de 27 techos
a igual número de familias pobres de la colonia Quebrachitos,
al nororiente de la capital.
A través del programa “Techos Dignos” la municipalidad
ha beneficiado a la fecha a unos 400 hogares de escasos recursos,
y se espera socorrer a unas 20 mil familias en los próximos
meses.
Las beneficiadas son en su mayoría madres solteras, personas
de la tercera edad, minusválidos pobres y quienes padecen
el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, SIDA, apuntó.
“Es nuestra obligación y nuestro propósito
atender a la gente más pobre, ya que por años han
esperado la ayuda de las autoridades y es ahora cuando se les
atiende con un techo para que puedan vivir mejor”, expresó.
Manifestó que ahora que están por comenzar las primeras
lluvias es satisfactorio saber que los vecinos de Quebrachitos
tendrán la protección que antes no tenían
en sus casas, lo cual les permitirá vivir con más
dignidad.
Cándida García Oyuela, una de las beneficiadas,
dijo que el programa debe tener continuidad porque está
orientado a favorecer los hogares más pobres de la capital,
algo que por años habían esperado.