La Organización de Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO) organizó el ejercicio,
y algunos gobiernos probaron su capacidad de respuesta con la
evacuación de poblaciones costeras, como Filipinas y Malasia,
y otros se limitaron a poner en marcha sus mecanismos internos
tras recibir la alerta.
"Poniendo a prueba el Sistema de Alerta de Tsunami del Pacífico
con nuestros vecinos, estamos dando un importante paso para asegurar
que estamos mejor preparados", manifestó el fiscal
general de Australia, Philip Ruddock, quien siguió el simulacro
en Nueva Zelanda, según los medios australianos.
Australia dirige el equipo de trabajo encargado de coordinar los
ensayos que a partir del de hoy se realizarán de manera
periódica para mantener la red de acción "engrasada".
Si bien el Pacífico contaba con un sistema de alerta de
"tsunami" desde 1965, hoy ha sido la primera vez que
se ha probado con toda la región.
En la actualidad, 28 naciones forman parte del Grupo Intergubernamental
de Coordinación del Sistema de Alerta contra los
Tsunamis y Atenuación de sus Efectos en el Pacífico.
El "Ejercicio Ola del Pacífico 2006" comenzó
a las 19.00 GMT del martes cuando el Centro de Alerta de Tsunami
del Pacífico en Hawai (Estados Unidos), el Centro de Alerta
de Tsunami de Alaska (EEUU) y el Centro de Alerta de Tsunami en
el Noroeste del Pacífico en Japón avisaron de una
ola gigante ficticia, creada por un terremoto de 9,2 grados de
magnitud en la escala abierta de Richter con epicentro en la costa
central de Chile.
La alarma se dirigió a Chile, Perú, Ecuador, Colombia,
Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala,
México, Honduras, EEUU, Canadá, Pitcairn, la Polinesia
francesa, las Islas Cook, Kiribati, Niue, Tonga, Samoa, Nueva
Zelanda, Tokelau, Fiyi, Australia, Tuvalu, Vanuatu, Nueva Caledonia,
las Islas Marshall y Wallis y Futuna.
A las 00.45 de hoy dieron por concluida la primera fase y comenzó
la segunda parte con la emisión de otra alerta, a las 02.00
GMT, esta vez de la formación de un "tsunami"
en Filipinas por un seísmo de 8,8 grados de magnitud.
Los territorios avisados fueron Filipinas, Brunei, Camboya, Indonesia,
Vietnam, Malasia, Tailandia, Singapur, Taiwán, Japón,
Guam, las Marianas del Norte, Papúa Nueva Guinea, las Islas
Marshall, las Islas Salomón, Rusia, China y Nauru.
A las 04.45, cuando según los científicos calcularon
que la supuesta ola gigante habría alcanzado el Pacífico
central y habría atravesado la mayor parte del mar de la
China Meridional, se dio por completado el simulacro.
En la aldea costera de Buhatan, en la isla de Luzón (Filipinas),
la campanas de las iglesias replicaron y las autoridades se pusieron
en marcha al recibir la alerta.
Unas mil personas, con comida y algunas pertenencias, fueron evacuadas
del litoral hacia una montaña segura del interior, seleccionada
con anterioridad.
El simulacro en Malasia se hizo en un pueblo costero del estado
de Sabah, en el litoral septentrional de la isla de Borneo, donde
varios centenares de personas fueron conducidas a lugar resguardado.
Las autoridades filipinas consideraron el ejercicio un éxito,
pero habrá que ver la conclusión que sacan los científicos
que lo prepararon.
"Estamos convencidos de que el ensayo no sólo contribuirá
a proteger a las poblaciones contra eventuales 'tsunamis', sino
que además servirá de modelo de prueba para otras
regiones", había adelantado el director general de
la UNESCO, Koichiro Matsuura.
Si bien los terremotos de Chile y Filipinas fueron ficticios,
durante la prueba hubo un maremoto de 6,0 grados en Tonga y la
víspera otro de 7,6 grados sacudió el norte de Nueva
Zelanda.
El profesor de Geofísica Euan Smith indicó a la
radio neozelandesa que un seísmo como el segundo "de
haber sido más cerca de la superficie habría causado
un 'tsunami'". EFE