Shanghái (China) – El Ministerio de Finanzas de China protestó hoy por la rebaja a ‘negativas’ de las perspectivas de la agencia calificadora de deuda Fitch sobre la deuda de la segunda economía mundial al considerar que «no anticipa de forma efectiva el impacto positivo de las políticas fiscales».
En un comunicado divulgado en su página web, un portavoz del Ministerio muestra su «pesar» por la decisión de Fitch, a cuya metodología acusa de no reflejar el efecto de las mencionadas medidas sobre el crecimiento económico y sobre las tareas de estabilización de la tasa macro de apalancamiento.
Finanzas aseguró que el objetivo oficial de incremento del PIB de «en torno al 5 %» para este año está «alineado con las condiciones actuales y las necesidades de desarrollo», y que la meta de déficit, establecida en un 3 %, es «moderada y razonable» y «favorable al crecimiento».
En su informe, Fitch apunta a un crecimiento económico de un 4,5 % este año y a un déficit gubernamental general del 7,1 % del PIB, aunque en su estimación incluye iniciativas oficiales en infraestructura y otros segmentos que no son tenidas en cuenta en el presupuesto principal.
«La tendencia positiva a largo plazo de la economía china no ha cambiado, y tampoco lo ha hecho la capacidad y determinación del Gobierno chino para mantener unas buenas calificaciones de deuda soberana», apuntó Finanzas.
El portavoz ministerial también aseguró que se está trabajando a la hora de resolver la ‘deuda oculta’ acumulada por los gobiernos locales y regionales del país, y que el nivel de ese pasivo está «reduciéndose paulatinamente».
Fitch, al igual que otras calificadoras y expertos, mostró explícitamente su preocupación sobre la gran cantidad de deuda -unos 9 billones de dólares- acumulada por esas administraciones a través de canales informales denominados LGFV, creados para esquivar las limitaciones al endeudamiento y extendidos por toda China tras la crisis financiera de 2008.
Pese a rebajar sus perspectivas a raíz de los «riesgos crecientes» para las finanzas públicas y las incertidumbres en el marco de la transición con la que China busca dejar atrás un modelo de crecimiento dependiente de un sector inmobiliario ahora sumido en crisis, Fitch mantuvo su calificación para la deuda china en ‘A+’.
Este nivel, que refleja una «alta calidad de crédito», refleja todavía el gran tamaño y la diversificación de la economía china, las perspectivas «todavía sólidas» de crecimiento, su papel en el comercio mundial de bienes, finanzas exteriores «robustas» y el estatus del yuan -la divisa nacional- como moneda de reserva.
La calificadora advierte, eso sí, de factores de riesgo como los «amplios déficits fiscales» o la incipiente deuda gubernamental, así como los vientos en contra para el crecimiento del PIB o la amenaza de la deflación. EFE
(vc)