Roma.- Daniele De Rossi, entrenador del Roma, comentó este miércoles la aplaudida gestión que tuvo cuando el costamarfileño Evan Ndicka se llevó la mano al pecho y cayó al suelo, asegurando que cualquiera habría hecho lo mismo que él cuando se negó a continuar el partido ante el Udinese.
«Hemos recibido elogios por una cosa normal, hemos gestionado juntos lo que parecía automático y sensato hacer. Si sacamos lecciones de ello, significa que estamos mal como sociedad…», declaró en la rueda de prensa previa al partido de Liga Europa ante el Milan.
«Creo que cualquier entrenador y jugador habría actuado así, porque cuando hay una duda de este tipo, pensando que puede ser un infarto, por respeto a todos no se podía continuar», añadió.
«Ndicka está bien, todo lo bien que puede estar alguien con un problema así», tranquilizó.
El pasado domingo, De Rossi se negó a continuar el partido sin revisar él mismo el estado de su central. Acudió dentro del vestuario a comprobar la condición de Ndicka con el permiso del colegiado.
Pese a reconocer que estaba bien, De Rossi, visiblemente afectado y preocupado, pidió al colegiado y al entrenador rival, Daniele Cioffi, suspender el partido por la complejidad de la situación.
El técnico ‘giallorosso’ reunió a sus jugadores y el Roma mostró su preocupación y su deseo de no continuar el duelo. De Rossi se lo comunicó al técnico y capitán del Udinese, el argentino Roberto Pereyra, y el colegiado finalizó el partido con el beneplácito de todos, que entendieron perfectamente los motivos del técnico.
El defensa, de 24 años, fue dado de alta este lunes del hospital de Údine (norte) tras descartar el infarto, con un diagnóstico de «neurmotórax», dolencia que se refiere a la presencia de aire resultante de un traumatismo que puede ser causa de un colapso pulmonar parcial o completo.
Faltan casi 20 minutos que tendrán que recuperarse en otro momento, con un empate a 1 en el marcador, tras los tantos de Pereyra y el belga Romelu Lukaku, que marcó el gol 300 de su carrera.
La fecha más probable es el próximo 25 de abril.
«Los directivos se están ocupando de ello, sabemos que hay pocas fechas y es una dificultad para los que organizan, aunque creo que es algo bueno porque significa que hemos avanzado en Europa», comentó en la misma rueda de prensa.
«El fútbol italiano tiene que proteger a los que avanzan en las competiciones europeas y también a su campeonato, evitando comprometer la competición», sentenció. EFE/ir