Nueva York – Cientos de policías, periodistas de todo el mundo y una veintena de seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021) se reunieron este lunes en las proximidades del Tribunal Penal de Manhattan con el mismo objetivo, ver de primera mano un hecho histórico: la primera vez en EE.UU. que un exmandatario se enfrenta a un juicio penal.
El Departamento de Policía (NYPD) acudió para garantizar la seguridad, los medios para retransmitir lo ocurrido y los escasos trumpistas para poner el grito en el cielo por la «caza de brujas» a la que se enfrenta el exmandatario y candidato republicano a las presidenciales.
A primera hora de la mañana el recinto de la corte estaba ocupado por los agentes del orden y la prensa, algunos periodistas ya hacían los primeros directos con el Tribunal Penal de fondo y otros hacían cola para intentar entrar en la sala donde hoy empieza la selección de jurado -proceso que podría durar hasta dos semanas.
Trump, que se enfrentará a 34 cargos, entre ellos el de falsificación de documentos comerciales para ayudar a encubrir una aventura amorosa con una actriz porno, llegó hoy al filo de las 9:00 hora local (13:00 GMT) luciendo un traje azul marino y una corbata roja.
Antes de entrar en la corte, Trump dijo en su red social, Truth Social: «Cuando entre en esa sala del tribunal, sé que tendré el amor de 200 millones de estadounidenses detrás de mí, ¡y lucharé por la libertad de 325 millones de estadounidenses!».
Gorras rojas y banderas de EE.UU.
A medida que fue avanzando la mañana empezaron a llegar a una plaza frente al tribunal varios seguidores del exmandatario, casi todos bajo una gorra roja -símbolo oficial de la campaña de Trump desde 2016- y enormes banderas de Estados Unidos.
Bajo una gran bandera con el mensaje: ‘Trump 2024. Trump salva América’, Joseph Belnome cuenta a EFE que espera que «simplemente se desestime este caso porque no hay ninguna víctima».
«La única víctima es el pueblo estadounidense porque están tratando de robarnos nuestro voto», recalca Belnome, que es uno de los candidatos para las primarias republicanas para representar al distrito once del Congreso de Nueva Jersey.
Trump ha dicho, en repetidas ocasiones, que tanto este caso como los otros a los que se enfrenta son una «caza de brujas» y que los demócratas buscan entrometerse en las elecciones presidenciales de noviembre.
«El momento en que se produjeron estos casos no es una coincidencia. Muchos de estos casos los podrían haber presentado en los últimos tres años, pero eligieron ahora, específicamente, por su efecto en las elecciones», coincide Belnome.
Entre los seguidores de Trump, como mucho una veintena de personas, llamaba la atención la diversidad de los acentos que se les escuchaba.
Lito, un joven peruano que vino a Estados Unidos con cinco años, dice que se desplazó desde el distrito del Bronx (al norte de Manhattan) para hacerle saber a Trump que «hay muchos latinos que todavía lo apoyan».
Pocos manifestantes contra Trump
La plaza en la que los trumpistas muestran su apoyo está dividida en dos partes, una para los seguidores del republicano y otra para los que están en su contra.
No obstante, la zona de los opositores a Trump -quien, en el peor de los casos, podría ser condenado a un máximo de cuatro años de prisión- estaba casi vacía.
«Estoy completamente decepcionado por el hecho de que solo cinco de nosotros hayamos aparecido aquí», se lamenta Nadine Seiler, que para lograrlo viajó cinco horas en autobús desde Maryland. JS