Tegucigalpa – Casi cuatro días han pasado desde que un voraz incendio acabó con el hospital público de Roatán, Islas de la Bahía, zona insular de Honduras. Los efectos han sido dramáticos para la población que demanda servicios sanitarios, pero también la terminal aérea Juan Ramón Gálvez corre el riesgo de bajar su certificación.
– El caso de Roatán fue el segundo aeropuerto que logró certificarse, pero igualmente cambió de administración y pasó de InterAirports a EHISA, y no ha logrado recuperar esa categoría.
La situación post-incendio del Hospital de Roatán es bastante complicada, pero se están tomando todas las medidas prácticas a corto, mediano y largo plazo, informó la ministra de Salud, Carla Paredes.
La ministra explicó que se están considerando dos proyectos a largo plazo: la construcción de un hospital temporal de materiales duraderos, que podría estar operativo entre 12 y 18 meses, en un terreno ya identificado y autorizado por las autoridades locales.
Y luego la construcción de un hospital definitivo, en la infraestructura que ya existe, pero que necesita mucha atención porque hay fallas estructurales.
En el plano de los daños colaterales, versiones de conocedores en el tema de la aviación destacan la importancia de contar con un hospital capaz de atender posibles emergencias derivadas de accidentes de aeronaves.
De acuerdo con la Convención de Chicago (1944) que regula la Aviación Civil en cada terminal internacional debe de haber un hospital completo para atender a los pasajeros en casos de eventuales emergencia.
En el caso de la isla hondureña, existen dos centros sanitarios privados, los que permanecen al límite de su capacidad al recibir a los pacientes que fueron trasladados desde el nosocomio público que fue consumido por las llamas.
La terminal isleña ofrece servicios a 11 destinos internacionales, entre ellos: Montreal, Quebec, Toronto, Atlanta, Dallas, Denver, Houston, Miami, Minneapolis, Ciudad de Belice y Ciudad de Guatemala.
Las aerolíneas American Airlines, Delta Air Lines, Sun Country Airlines, Sunwing Airlines, TAG Airlines, Tropic Air, United Airlines, WestJet, así como algunas nacionales.
Debe haber infraestructura sanitaria para atender emergencias
A criterio del Coordinador de la Unidad de Investigación del Departamento de Ciencias Aeronáuticas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Omri Amaya, valoró que en las ciudades con aeropuertos internacionales es oportuno contar con un sistema de atención al pasajero en caso de accidentes u otro tipo de contingencias.
Explicó que cada aeropuerto tiene su propia categoría para recibir vuelos, al tiempo que mencionó que el camión del Cuerpo de Bomberos que se dañó en el aeropuerto de Golosón en La Ceiba, representó una disminución en la valoración. “Para el caso las aeronaves de Airways Airlines no podían aterrizar dado a que los sistemas de bomberos que había dado la pérdida del camión de bomberos, no eran capaces de responder a una emergencia”, reforzó.
Citó que por eso todos los años hay simulaciones para atender emergencias en las terminales aéreas con la finalidad de determinar cómo la infraestructura y el equipamiento de la comunidad responden a una eventual emergencia aeroportuaria.
“No se les dice que deben tener un hospital, pero sí toda la infraestructura para la atención a una situación de emergencia”, subrayó.
El también director de la primera escuela de mecánicos de aviación de Honduras, mencionó que en el caso de Roatán, un lugar aislado y con un sistema de salud bastante limitado, deben poseer una cantidad de aeronaves tipo ambulancia moviendo a cualquier hora del día pasajeros con situaciones médicas que no se pueden atender en la isla.
Especificó que en la actual situación de Roatán es una situación de alta emergencia porque no se puede negar que si un avión sufre un accidente, dónde se van a atender a los heridos. “El riesgo de respuesta que tiene el país de manera inmediata se traslada a que utilicen las aeronaves del Estado, como los de la Fuerza Aérea y la Policía, a movilizar heridos u otros que sufran cualquier tipo de lesión para llevarlos a San Pedro Sula o La Ceiba”.
Amaya insistió que por eso las simulaciones cotidianas que vinculan al sistema hospitalario, el sistema de la policía y de bomberos, como la atención por parte del aeropuerto.
En el caso del incendio al único hospital público de Roatán y cómo afectaría la operación del aeropuerto, respondió que “la afectación no es de manera inmediata a la terminal y a su certificación, pero aclaró que ningún aeropuerto en Honduras está certificado”.
Citó que ni siquiera el aeropuerto de Palmerola tiene certificación como terminal internacional, “debió haber nacido certificado, pero no fue así. Las terminales de Honduras tienen una autorización proporcionada por la Agencia de Aeronáutica Civil para su operación, pero dado a que como el sistema aeroportuario de nuestro país es público, a pesar de las concesiones, ya que la infraestructura es estatal”.
Recordó que el Ramón Villeda Morales estuvo certificado en su momento, pero la perdió cuando la concesionaria InterAirports regresó el aeropuerto a Honduras. La Empresa Hondureña de Infraestructura y Servicios Aeroportuarios (EHISA) debió poner en marcha la recertificación con la aprobación previa a través de actualizar manuales, capacitar al personal, entre otras tareas.
“Luego caen las tormentas Eta y Iota, y se puso más cuesta arriba la situación. La infraestructura sufre daños gravísimos y el único aeropuerto certificado pierde esa categoría”, indicó.
El caso de Roatán fue el segundo aeropuerto que logró certificarse, pero igualmente cambió de administración y pasó de InterAirports a EHISA, y no ha logrado recuperar esa categoría.
Un hospital en vez de cárcel del Cisne
Para el experto en temas internacionales, Graco Pérez, el Gobierno de Honduras debe pensar en construir un buen hospital en la isla de Roatán y no una cárcel en la Isla del Cisne.
Si bien se declaró una emergencia médica tras la quema del hospital público, también se debe declarar una emergencia en términos jurídicos, apuntó.
Sin un hospital público no se puede cumplir algunos requerimientos de seguro que adquieren los turistas, además los mismos se exponen a una mala praxis y eso da pie a demandas, expuso a Proceso Digital.
Sin embargo, se debe pensar más allá del turismo ya que los locales requieren de los servicios médicos, por lo que el Gobierno debe pensar en construir un hospital en vez de una cárcel, apuntó.
Consideró que de momento se realiza un “turismo de aventura” ya que no existe un hospital público que en términos jurídicos cumpla con las cláusulas de los contratos de los seguros que adquieren los visitantes extranjeros y nacionales.
Reflexionó que, en el caso de un nuevo virus potencial para una pandemia no se puede atender más que de forma privada al no contar con instalaciones de un hospital público, por lo que en realidad se realiza “un turismo de aventura”, dijo.
Por ser un punto referencial en el mundo por el alto flujo turístico, la isla de Roatán debe contar con uno de los mejores hospitales del país y quizás de la región, opinó.
Todo funciona con normalidad
De su parte, el alcalde de Roatán, Ronnie Richard Mc Nab Thompson, dijo a Proceso Digital que todo funciona con normalidad en la isla ya que pese al incendio en el hospital público se cuenta con un hospital privado a donde ya se han referido casos médicos.
En ese contexto, reaccionó molesto a los análisis de que no puede estar habilitado el aeropuerto e incluso la llegada de cruceros sin un hospital público en la isla; tachó de especulación los comentarios.
“El que diga eso es porque quiere dañarnos y a nuestra economía y ahora no ocupamos eso”, externó el edil.
Los vuelos, los cruceros siguen llegando y la economía tiene que funcionar. “Nosotros ya contratamos un hospital privado para atenciones públicas”, enfatizó.
Adelantó que, este lunes sostendrá una reunión con funcionarios de otras dependencias para conformar una comisión para el montaje de un triaje que contará con 60 camas para prestar atención primaria durante la reconstrucción del hospital público que quedó reducido a cenizas el pasado viernes.
Resumió que, pese al impasse de la quema del hospital el turismo se desarrolla de manera normal en la isla y eso no ha detenido en ningún aspecto la llegada de vuelos y cruceros internacionales.
Reiteró, que todo funciona con normalidad y que Roatán si cuenta con un hospital ya que se contrató a un hospital privado para prestar los servicios públicos.
Debe ser acto de solución prioritaria
El analista Raúl Pineda Alvarado subrayó que los aeropuertos deben tener la certificación para operar y tener el listón de terminal internacional, sin embargo cuando ocurren incidencias de fuerza mayor bajo circunstancias extraordinarias, la Organización de Aviación Internacional Civil otorga un plazo razonable para el cumplimiento de las obligaciones.
“Lo que corresponde es que de inmediato el gobierno proceda a habilitar aunque sea provisionalmente otro hospital que está en construcción que está avanzado en un 70 % y resolver el problema y sobre todo dar una explicación completa de cómo se quemó el hospital”, arguyó.
Pineda Alvarado apuntó que el aeropuerto puede perder categoría al carecer de servicios de salud en la ciudad donde se ubica.
El aeropuerto -se refiere al Juan Manuel Gálvez de Roatán- necesita ser certificado y habría consecuencias para los vuelos que salen de Europa y Estados Unidos, y que con el carácter de vuelo chárter llegan a la isla. En todo caso el gobierno debe convertir esta situación en un acto de solución prioritaria”, puntualizó. PD