Roma – Los detectores de ondas gravitacionales LIGO y Virgo reanudarán el próximo día 10 la segunda parte de su campaña de observación, durante la que esperan poder detectar más de 200 episodios de este tipo, anunció este miércoles el Observatorio Gravitacional Europeo (EGO).
Los astrónomos también estiman que podrán identificar nuevos ‘eventos multimensajeros’, los que se pueden observar con muchos tipos de observatorios, en este caso tanto en ondas gravitacionales como electromagnéticas, y que pueden ser objeto de seguimiento posterior por otros telescopios.
Las ondas gravitacionales, predichas por Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad General en 1915, se detectaron por primera en 2015, y ofrecen una nueva forma de estudiar el Universo.
Estas son una especie de olas en el ‘tejido’ del universo generadas por algunos de los eventos más energéticos, como la fusión de dos agujeros negros.
La primera vez que fueron observadas y medidas fue gracias a los sensores de Ligo en Estados Unidos y a los de Virgo, en Italia, que ahora están listos para una reanudar la cuarta campaña de observación.
“La astronomía de ondas gravitacionales se ha convertido en un método clave para observar nuestro Universo”, declaró Patrick Brady, portavoz de la Colaboración Científica LIGO, en un comunicado.
LIGO comenzó la primera parte de la cuarta campaña de observación en mayo de 2023, haciendo una pausa el 16 de enero de 2024 para su mantenimiento y efectuar algunas actualizaciones.
Virgo, por su parte, decidió en mayo de 2023 extender sus actividades de puesta en marcha hasta 2024 para “mitigar el impacto de varias fuentes de ruido”, señaló la organización. Está previsto que la segunda parte de esta cuarta campaña dure unos 18 meses.
Durante los primeros siete meses y medio de la primera parte los detectores de LIGO identificaron 81 candidatos a eventos gravitacionales altamente probables.
La mayor sensibilidad de los detectores mejorará aún más la capacidad de los científicos para poner a prueba la teoría de la Relatividad General e inferir la población de estrellas muertas en el Universo local. EFE