Bogotá – El escritor colombiano Mario Mendoza presentó este jueves en Bogotá ‘Los Vagabundos de Dios’, su nueva novela con la que regresa a este género literario después de cinco años con un relato dramático y reflexivo que denominó como una «novela de formación».
Esta obra cuenta la historia de Adán Santana, un novelista que, en medio de dificultades físicas, sale a explorar las profundidades de su ciudad después de encontrarse con un viejo amigo que lo envía a buscar a una persona que el protagonista recuerda al verla en estado de hipnosis.
Con esta misión, el protagonista empezará una travesía física y espiritual, donde pone a prueba su cordura y pasa por situaciones en las que este verá cómo cambia su percepción de la vida.
El escritor hace este regreso después de un distanciamiento de la novela, pues su último trabajo en este género ocurrió en 2019 cuando publicó ‘Akelarre’ y culminó así la saga sobre la historia del detective Frank Molina.
«Durante diez años, una década entera, estuve con Frank Molina, y lo difícil de volver a la novela es que yo estuve diez años con un personaje(…) y siento que no sé qué hacer, que quedé completamente a la deriva como escritor», declaró Mendoza en una rueda de prensa.
El escritor, quien el año pasado finalizó su saga de novelas gráficas juveniles ‘Mysterion’, realizada con los ilustradores Keco Olano y Heidi Muskus, utilizó como contexto la pandemia de la covid-19.
«Para mi ha sido muy importante, a lo largo de toda mi vida, entender a algunos pintores, escritores y cineastas que empiezan el descenso al infierno y cómo lo hacen, cómo bajan a la profundidad, cómo enfrentan a su adversario», explicó.
Según Mendoza, aunque el protagonista «tenga experiencia, tenga mucha cancha, sea un tipo adulto, maduro y muy inteligente en apariencia, va a tener que superar su inteligencia para poder entender su fragilidad y vulnerabilidad, y tendrá que asumirlo con humildad para poder cumplir el proceso debidamente».
El caso que usó Mendoza para formar la historia, fue una situación vivida por el pintor español Pablo Picasso, en la que debido al suicidio de un amigo cercano realizó una travesía por diferentes lugares para superarlo, en medio de la creación de las pinturas de su famoso «periodo azul».
También usó el concepto espiritual y psicológico de la catarsis, con el que define el mecanismo, presente en la novela, por el que se puede salir de las situaciones negativas al profundizar en ese mismo estado negativo.
«Lo que necesita una persona es más oscuridad, más silencio, lugares lúgubres, un viaje completamente distinto porque expulsa por homeopatía, lo similar cura lo similar (…) la catarsis es un mecanismo por medio del cual yo encuentro el dolor y a través del dolor y la homeopatía del espíritu, me sano», explicó el escritor. EFE