Moscú.– El presidente de Rusia, Vladímir Putin, abordó este jueves por videoconferencia con los gobernadores de las tres regiones más afectadas por inundaciones al sur de los Urales la lucha contra las consecuencias del desastre natural.
«En algunos lugares el agua aún no ha llegado y en otros, está bajando, pero ya a partir de ahora hay que pensar en la restauración de las viviendas», dijo el mandatario ruso en la reunión con los líderes de las regiones de Oremburgo, Tiumén y Kurgán, todas en la frontera con Kazajistán.
Solo en Oremburgo, según los cálculos preliminares de las autoridades, las inundaciones han dejado daños estimados en 40.000 millones de rublos (unos 500 millones de dólares).
El dirigente de Tiumén, Alexandr Moor, alertó durante la reunión con el jefe del Kremlin de que la situación en la región puede empeorar en el caso de que continúe la crecida de los ríos Tobol e Ishim.
«Los diques que protegen las grandes localidades pueden romperse», dijo, y agregó que se están tomando medidas para evitar ese escenario.
Más de medio centenar de poblados de la región podrían verse inundados si las fortificaciones no logran detener el agua.
El Ministerio de Defensa de Rusia envió hoy más de 90 toneladas de ayuda humanitaria a la región de Oremburgo, la más afectada por las inundaciones de la última semana.
Por el momento, en la capital regional han resultado inundadas más de 2.500 viviendas, lo que ha obligado a evacuar a 1.300 personas, aunque el Gobierno local adelantó que el jueves serán evacuados los residentes en casas de campo y zonas de descanso.
En total, en esa región esteparia el agua accedió a más de 12.800 viviendas y anegó casi 15.000 terrenos.
Cientos de afectados por el desastre protagonizaron el lunes una protesta en Oremburgo contra la inacción oficial tras las mayores inundaciones en décadas.
Mientras, el Comité de Instrucción de Rusia incoó dos casos penales por violación de reglas de seguridad y por negligencia a raíz de un desastre que ha afectado ya a decenas de miles de personas.EFE/ir