Tegucigalpa – En Honduras persisten los problemas estructurales y particularmente la pobreza sigue haciendo mella, en los hogares hondureños, así lo remarca el informe “Estado de País”, que presentó este martes la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), donde se detalla que seis de cada 10 hogares hondureños viven en pobreza.
La quinta entrega de la serie “Estado de país”, denominada “Desafíos y Oportunidades para la Economía Hondureña”, destaca que pese algunos esfuerzos y acciones del gobierno se mantienen las estadísticas de pobreza que marcan seis de cada 10 hogares hondureños en la pobreza.
En la presentación del informe, se apuntó que si bien el crecimiento económico registrado en 2023 fue de 3.9 %, resulta insuficiente para mejorar el bienestar de la población.
Alimentos caros
La pobreza se acentúa cuando hay poco poder adquisitivo y los precios de los alimentos se encarecen cada día. Después de Nicaragua, Honduras fue el país de Centroamérica donde más aumentaron los precios de los alimentos y servicios esenciales, como alimentos, insumos de cuidado personal, salud y educación.
Según el documento en mención en el caso particular de la canasta básica alimentaria, esta incrementó en 7 % respecto a 2022 y 29 % en comparación a 2021. Los hondureños pagaron 12,240 lempiras por los productos alimenticios esenciales; sin embargo, el ingreso promedio por hogar asalariado privado fue de 16,082 lempiras mensuales.
También se lamenta en la investigación que los hondureños pierden su poder adquisitivo con la pérdida de empleos y falta de nuevas oportunidades.
Según datos del INE entre septiembre de 2022 y junio del 2023, se perdieron 24,908 empleos y 8 de cada 10 personas ocupadas se encontraban en informalidad laboral, lo que limita el desarrollo de la población.
Desigualdad
En ese contexto se indica que además Honduras continúa entre los cuatro países más desiguales de América Latina, mientras se registró un aumento de 21 % de migración irregular hacia Estados Unidos.
En 2023, las familias con mayor poder adquisitivo recibieron 14 veces más ingresos mensuales que las familias de menos ingresos, con una leve mejora respecto a 2022.
Otros indicadores de preocupación
La investigación de ASJ, también recoge que, la inversión -como factor clave para mejorar las condiciones de Honduras- ha disminuido los últimos ocho años mostrando un leve incremento en 2023 comparado a 2022. No obstante, Honduras fue el segundo país peor evaluado en Centroamérica en cuanto al estado de derecho y con el índice de eficacia del gobierno más bajo, según indicadores internacionales.
En un ambiente de incertidumbre, las reservas internacionales disminuyeron un 10 % en 2023, lo que genera presión al tipo de cambio y aumenta el riesgo de devaluación del lempira frente al dólar estadounidense.
En 2023 se continuó con presupuestos incrementalistas, con un aumento de 27 % respecto al aprobado en 2022, en cuanto a la ejecución presupuestaria, fue mayor a la de 2022; pero 20 % de esta fue ejecutada en diciembre, limitando a la población de servicios públicos oportunos. Por otra parte, el 88 % de los fondos se destinaron a salarios, servicio de deuda, transferencias por ley y solo 12 % a bienes capitalizables, materiales y suministros.
Asimismo, el servicio de deuda y la ENEE continúan absorbiendo cantidades significativas de recursos públicos, concentrando el 15 % y 16 % del presupuesto, respectivamente.
Finalmente, entre las recomendaciones puntuales que ASJ identifica, para que el país pueda enfrentar los desafíos en materia de economía y finanzas, subraya que el gobierno hondureño debe emitir políticas públicas integrales, orientadas a incentivar la producción nacional, diversificar la oferta exportable, a fin de generar empleo y bienestar a la población. LB