- Rapalo
rió con los alguaciles que lo llevaron al centro correccional
de donde se escapó
Miami
- El presunto violador de Miami, Reynaldo E. Rapalo, fue escoltado
hoy por alguaciles de la policía de Miami a la cárcel,
después de protagonizar una espectacular fuga de un centro
correccional del condado de Miami Dade.
El
sospechoso de violación en serie rió cuando los policías
lo escoltaron hasta la cárcel este martes, una semana después
de que se fugara por una reja de ventilación, usando para
ello varias sábanas anudadas.
Un
informante condujo a los detectives hasta Reynaldo E. Rapalo, que
fue detenido
aproximadamente 10 de la noche del lunes afuera de una tienda de
vídeo en Miami sudoeste.
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“Llevaba
un suéter borroso rosado bajo otro suéter negro,
dijo Amos Rojas, del Departamento de Justicia de la Florida.
Los
oficiales realizaron su seguimiento a pie y al momento de
ser abordado él trató de convencerlos de que
ellos tenían a la persona incorrecta.
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Sus
antecedentes
Los
policías encontraron a Rapalo en la zona de Bird Road y la
67 avenida del Southwest, confirmó la policía de Miami-Dade
en las últimas horas de anoche.
El
llamado violador de Shenandoah fue arrestado originalmente en septiembre
del 2003 y acusado de violar a siete mujeres, cuyas edades oscilaban
entre 11 y 79 años, y de tratar de atacar a otras cuatro
en el barrio de Shenandoah de Miami. Su juicio estaba previsto para
febrero.
Rapalo
se escapó alrededor de las 9:30 p.m. el 22 de diciembre del
Centro Correccional Turner Guilford Knight, cerca del Aeropuerto
Internacional de Miami, usando docenas de sábanas para bajar
al menos seis pisos.
Otro
recluso se fracturó los tobillos durante la fuga y
fue capturado.
Las
autoridades organizaron de inmediato una masiva operación
para encontrar a Rapalo, a quien se calificó de armado
y peligroso.
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Para
ayudar a coordinar la búsqueda y estar al tanto de todas
las pistas sobre el posible paradero de Rapalo, la policía
estableció un centro especial en el edificio del Departamento
de la Fuerza Policial de la Florida en el oeste de Miami-Dade.
Volantes
con una foto de Rapalo se repartieron a través de toda la
zona de la Pequeña Habana, en el área donde tuvieron
lugar casi todas las violaciones.
Al
mismo tiempo, se ofrecieron varias recompensas que llegaron a sumar
$36,000 por cualquier información que condujera a la captura
del fugitivo.
La
fuga de Rapalo fue similar a una que ocurrió en 1994, cuando
otro preso utilizó sábanas para bajar por las paredes
del Centro Correccional Turner Guilford Knight. El fugitivo nunca
fue capturado.
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Después
de la fuga de Rapalo, el Departamento Correccional de Miami-Dade,
ferozmente criticado por líderes del condado, suspendió
a dos guardias cuyo retorno al trabajo dependería de
los resultados de la investigación. |
El
director del departamento, Charles McRay, también ordenó
que se llevaran a cabo varias medidas relacionadas con el sistema
de vigilancia, entre ellas arreglar cámaras de seguridad
que estaban rotas, mejorar la iluminación en los perímetros
alrededor de la cárcel y exigir más supervisión
dentro de la propia prisión.
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