Tras
recibir los símbolos patrios -la banda y medallas presidenciales-,
Morales pidió un minuto de silencio por quienes cayeron a
lo largo de la histórica lucha revolucionaria y mencionó,
entre ellos, a Manco Inca, Tupak Katari, Ernesto Che Guevara y Luis
Espinal.
Incluyó entre los homenajeados
a "los miles de cocaleros de la región central del Chapare,
a los ciudadanos de la ciudad de El Alto, a los mineros y a millones
de seres humanos caídos en toda América".
Recordó, en su discurso de
investidura, que el 62 por ciento de los bolivianos son indios y,
sin embargo, históricamente "han sido "marginados,
humillados, despreciados, condenados a la exclusión".
"Jamás nos reconocieron
como seres humanos siendo dueños absolutos de esta noble
tierra", remarcó al mostrar su deseo de vivir en igualdad
con los que han llevado a cabo las políticas discriminatorias
en su país.
"Tampoco estamos para seguir
llorando por los 500 años porque estamos en época
de triunfo, de alegría, de fiesta", enfatizó,
en alusión a la colonización española.
Poco antes, había tomado
posesión su vicepresidente García Linera, también
con la mano en el corazón y no de la forma tradicional, que
consiste en hacer una señal de la cruz con los dedos de la
mano derecha.
García Linera dijo que este
Gobierno volverá a unir a Bolivia tras un período
de inestabilidad política y social, "pero no sobre las
bases de la injusticia, de la inmoralidad, el racismo".
"Toca ahora a los pueblos indígenas,
a los más nobles, a lo más verdaderos de nuestra patria,
a la gente sencilla ocupar el mando de la nación y conducirla
por un camino de unidad, de integridad nacional", afirmó.
El vicepresidente, quien en el pasado
fue ideólogo del Ejército Guerrillero Tupac Katari
(EGTK), manifestó que los retos de Morales son crear "un
estado fuerte en economía y en lo social" y la única
manera de lograrlo es integrando a los indios, que forman la mayoría.
Antes de la investidura de Morales
y García Linera, el presidente saliente, Eduardo Rodríguez,
que asumió el cargo en junio tras la dimisión de Carlos
Mesa, advirtió de los "enormes retos" que afronta
Bolivia.
La música barroca colonial,
acompañada por emotivos cantos en lengua quechua, amenizó
parte de la ceremonia, al igual que los "pututus", cuernos
de los venados e instrumentos de viento tradicionales.
A
la investidura de Morales asistieron el presidente brasileño
Luiz Inácio Lula da Sila; el argentino Néstor Kirchner,
el chileno Ricardo Lagos, el peruano Alejandro Toledo, el ecuatoriano
Alfredo Palacio, y el Príncipe de Asturias, en representación
de España.

Hugo
Chávez y Evo Morales. |
También
el paraguayo Nicanor Duarte, el venezolano Hugo Chávez,
el colombiano Alvaro Uribe, el panameño Martín
Torrijos, el esloveno Janez Drnovsek, el gobernante de las
Antillas Holandesas, Etienne Néstor, y el jefe de Gobierno
de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD),
Mohamed Abdelaziz. |
Se
unieron además un centenar de invitados, entre dirigentes
de movimientos sociales e indígenas, partidos políticos
y sindicatos de todos los continentes.
Tras el acto en el Congreso de la
Nación, el presidente Morales se dirigió al Palacio
de Gobierno para ser reconocido como capitán general de las
Fuerzas Armadas.
Después, participará
de una celebración popular en la Plaza de los Héroes
de La Paz, escenario histórico de las protestas sociales
y sindicales, y allí rendirá un homenaje al pueblo
boliviano. EFE
|