Tegucigalpa – Luego de ver el antagonismo con el que han gobernado en los últimos años el Partido Nacional (PN) y Libertad y Refundación (Libre), el pueblo está a la expectativa y el liberalismo está efervescente porque quiere que llegue al poder un líder del Partido Liberal, reflexionó el diputado Yuri Sabas.
En ese sentido, el parlamentario sureño expresó su entusiasmo y expectativas ante el clima en el Partido Liberal, destacando la urgencia de contar con un líder liberal en el poder.
Sabas enfatizó la necesidad de seleccionar un candidato para las próximas elecciones generales, argumentando que Honduras precisa un presidente con mentalidad liberal, donde las opiniones de todos sean tomadas en cuenta.
Enfatizó que, para ganar el poder, Honduras necesita un líder del Partido Liberal para romper con la polarización existente.
Señaló la importancia de contrarrestar el mensaje negativo que estigmatiza a Honduras como un país plagado de corrupción y narcotráfico, asegurando que la realidad es que la mayoría no está involucrada en actividades ilícitas.
“Se necesita romper ese mal mensaje de que en Honduras todo está mal que todo mundo es narco, creer que en Honduras que todo mundo es corrupto, que todo mundo hace negocios bajo la mesa; eso no es cierto Honduras no es eso es mucho más que los que andan en malos pasos son la excepción y no la regla”, enfatizó.
Resaltó la importancia de recuperar el proyecto de nación y subrayó las elecciones internas genuinas que siempre ha tenido el Partido Liberal. Insistió en la búsqueda de un candidato que defienda los principios liberales y promueva la inclusión de todos los sectores de la sociedad para alcanzar dicho proyecto.
Sabas lamentó el antagonismo entre el Partido Nacional y el Partido Liberal, atribuyendo a su forma de gobierno el estancamiento del progreso del país. Identificó la falta de entendimiento y el discurso divisivo como las causas de los conflictos en Honduras, abogando por un diálogo constructivo y un enfoque basado en el amor y el trabajo para reconstruir la nación.
Finalmente, destacó la importancia de dejar de lado el discurso descalificador y promover propuestas nuevas para el beneficio del país. Concluyó afirmando que Honduras se reconstruirá con un abrazo, no con odio, y que es necesario un cambio de enfoque en la clase política para lograr dicho objetivo. LB