Tegucigalpa – El abuso de menores y su utilización es algo que ya se venía dando desde hace mucho tiempo atrás, pero nadie se había atrevido a denunciarlo, y por tanto es urgente tomar acciones para la protección de los niños en los centros penales, afirmó el comandante de la Policía Militar de Orden Público (PMOP), Ramiro Muñoz.
En ese sentido Muñoz, ha anunciado una prohibición tajante: «Mientras no tengamos las condiciones para que ingresen niños a los centros penales, no van a ingresar».
Esta acción, enfatizada por el presidente de la Junta Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), es ante la necesidad de proteger a los menores de edad en situación de riesgo. Las declaraciones del comandante se dan en el marco del mediático caso de un menor que supuestamente habría sido usado para ingresar droga a la cárcel de la «La Tolva», mientras el Ministerio Público, descartó dicho extremo, la duda ha sido sembrada y lo mejor es tomar medidas, indican las autoridades. En ese sentido, el menor ya está en resguardo de la Senaf.
Esta medida, se ha tomado como respuesta a la situación crítica en la que se encuentran los centros penales, donde no se garantizan las condiciones mínimas de seguridad y protección para los niños. «No se cambiará de reglas mientras no se esté convencidos de que en un centro penal no se dará una violación a los derechos de los niños», afirmó el comandante de la PMOP.
Destacó la urgencia de abordar este problema, subrayando que los recursos necesarios se están dedicando a esta causa. «Con los recursos que tenemos, se dará respuesta, porque nos dimos cuenta de un problema y hay que solucionarlo. Se está trabajando fuertemente», añadió.
Este anuncio llega después de años de preocupación por la seguridad de los menores en los centros penales, una preocupación que, según el coronel Muñoz, ha sido pasada por alto. «Hay muchos entes de derechos humanos que ya conocían este problema y nadie había dicho nada», lamentó.
El presidente de la Junta Interventora del INP también señaló que se está trabajando para crear las condiciones adecuadas en un plazo relativamente corto. «En unos 50 o 60 días, aproximadamente dos meses, tendremos las condiciones para que los hijos puedan reencontrarse con sus padres, pero protegiéndonos», resumió. LB